Un vacío llamado hijo (3)
Monólogo sobre el amor y el rechazo
Os 11:1-11
convozalta.blogspot.com/Jovanni
Caballero 153
Como vimos
anteriormente Israel dejo de confiar en la fuente única y exclusiva de todo
poder, Dios, y confió en su propio poder o en el poder de las demás naciones.
Hay una similitud entre esta situación y nuestra situación contemporánea. Hoy
también se le da culto al poder y a los poderosos. Latinoamérica es un continente
que ha sido marcado desde su descubrimiento por la sed y ansia de poder. Los
conquistadores vinieron en nombre de Dios, absolutizando su poder emplearon una
cruzada “divina” para conquistar y oprimir. También los países latinoamericanos
por años fueron presas de gobiernos dictatoriales que fomentaba aún más la
absolutización de poder[1].
Sin duda hoy en día hay un nuevo PODER absoluto, un nuevo Dios, el cual se
llama MERCADO, el cual nos exige venerarlo a toda costa y que sin embargo nos
esclaviza cada vez más. Esto me da pie al siguiente tipo de idolatría moderna
que está muy de la mano de la que acabamos de mencionar. Hay todo un sistema
económico mundial, que empuja a todo el mundo sin hacer acepción de personas a
adorar al dios del MERCADO y a sus representantes y hermanos gemelos, los
dioses del Consumismo y Materialismo, que son los nuevos “Mamones” de nuestro
mundo.
El
gran problema de hoy en día en esta sociedad “mamonisada” es que ponemos precio
no sólo a las cosas, sino a las personas. Alguien dijo que Dios hizo las cosas
para usarlas y las personas para amarlas, pero hoy es totalmente al revés;
amamos más las cosas y utilizamos a las personas. La definición de mercado que
nos da Eduardo Galeano en el “Nuevo Diccionario de orden mundial lo dice
todo: “Mercado: Es el lugar donde se fija el precio de la gente y
otras mercancías”[2]. A ese extremo
hemos llegado en esta sociedad consumista y materialista. Una última cita del
mismo autor, que creo resume y concluye en forma brillante esta denuncia a la
nueva idolatría del consumismo y materialismo es la siguiente: “Manjares de
plástico, sueños de plástico. Es de plástico el paraíso que la televisión
promete a todos y a pocos otorga. A su servicio estamos. En esta civilización,
donde las cosas importan cada vez más y las personas cada vez menos, los fines
han sido secuestrados por los medios: las cosas te compran, el automóvil te
maneja, la computadora te programa, la TV te ve”[3]. Pepe Mujica en su discurso para la ONU en 2013 dijo lo
siguiente:
“El
combate a la economía sucia esa que sostiene que somos más felices si nos
enriquecemos sea como sea. Hemos sacrificado los viejos dioses inmateriales y
ocupamos el templo con el dios mercado: él nos organiza la economía, la
política, los hábitos, la vida; y hasta nos financia en cuotas y tarjetas la
apariencia de felicidad. Parecería que hemos nacido solo para consumir y
consumir. Y cuando no podemos cargamos con la frustración, la pobreza y hasta
la auto destrucción... nuestra civilización montó un desafío mentiroso y así
como vamos no es posible colmar para todos ese sentido de despilfarro que se le
ha dado a la vida”.
En
segundo lugar, el amor rechazado: a Egipto volverá mi hijo, vv. 5-7. Ahora Dios cambia de tono. Deja de recordar la historia
pasada y presenta las consecuencias del comportamiento rebelde de su hijo. Dios les entrego una ley que era buena para
el pueblo porque fortalecía los lazos de solidaridad y justicia social. Pero el
pueblo se negó a seguirla, se mantuvo en sus maquinaciones egoístas, en su
pecado contra la voluntad divina y en su infidelidad. Su rebeldía le ha llevado
a un presente trágico y a un futuro desesperanzador. Volverán a una situación
similar a la de Egipto. Asiria los dominará[4].
Esta será una situación de no retorno: gritaran pero nadie los ayudará, ni sus ídolos a los que
rindieron culto, ni el propio Dios. Rehusando la vida, que estaba en cumplir la
ley, se han ganado la muerte (8:13; 9:3,6). No significa esto que Dios se
apartará de su pueblo, lo que significa es que él permitirá que su hijo viva
las consecuencias de su rebelión[5].
Es bueno y necesario recordar a nuestros hijos que sus ideas y acciones tienen
consecuencias, esto hace parte de la labor pedagógica del hogar. Así lo expresa
Freire en su pedagogía de la indignación: “Qué equivocados están
los padres y las madres o qué mal preparados están para el ejercicio de su
paternidad o maternidad cuando, en nombre del respeto a la libertad de sus
hijos o hijas, los dejan librados a sí mismos, a sus caprichos, a sus deseos...
La educación tiene sentido porque, para ser, las mujeres y los hombres
necesitan estar siendo. Si las mujeres y los hombres simplemente fueran, no
habría por qué hablar de educación…”[6]. Continuará.
[2] Eduardo Galeano - Diccionario
del Nuevo Orden Mundial.htm.
[3] http://www.uruguayos.nu/escritores/GALEANO/lecciones_contra_los_vicios_inutiles.htm
recuperado 8/06/2016.
[4] El reino de Israel desapareció
en el año 722 a. C. por la invasión de los asirios. La población fue deportada
y las tierras arrasadas y repobladas por extranjeros. En el trasfondo de las
palabras de profeta se trasluce esta experiencia de tragedia y muerte. Este es
el anti éxodo.
[5] “Ellos se vuelven a Egipto en
vez de retornar a su Dios. Ellos se apartan profundamente de la acción
liberadora de Dios. Sólo que ahora el gran imperio de Asur sustituyó a Egipto,
como al imperio dominante”. WOLFF, Walter. Oseas
hoy: las bodas de la ramera. Sígueme-Salamanca, 1984, p. 177.
[6] FREIRE, Paulo. Pedagogía de la indignación: cartas
pedagógicas en un mundo revuelto. Siglo
XXI Editores-Buenos Aires, 2012, p. 40.
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