ADULAM, EL BAR DEL VECINDARIO
convozalta.blogspot.com/Jovanni Caballero 200
Una palabra clave en el primer libro de Samuel es
“Transición”; esta marca la lectura del texto de principio a fin: hay
transición entre personajes: de Eli a Samuel, de Samuel a Saúl, de Saúl a
David; y también existe una transición en la forma de gobierno: de los jueces a
la monarquía. El texto entonces nos introduce a una atmosfera de cambios, de
altibajos políticos y religiosos, pero sobre todo nos plantea el hecho de la
providencia divina guiando los hilos de la historia a través de protagonistas
“muy humanos”.
El relato de la “Cueva de Adulam” lo encontramos en 1
Samuel 22. Lo que allí está sucediendo es resultado de lo que pasó en el
capítulo 21 donde David tiene que huir de Saul que por celos quiere matarlo,
asesinarlo. David es un perseguido político.
En su fuga David sale de las ciudades, y se refugia en la caverna de
Adulam, a 27 kms de Jerusalén, ahí llega su familia a verlo, logra refugio para
ellos con el rey de Moab. Pero, a la caverna de Adulam llegan también buscando
refugio: afligidos, endeudados y amargados en espíritu, unos cuatrocientos
hombres que ya no tenían nada que perder forman parte del escuadrón de
fugitivos como David, se forma un batallón: "La Guerrilla por
Israel". Todos con la idea de cambiar el destino de sus vidas”.
Una definición de
términos para continuar: Adulam significa “lugar de refugio”. Guerrilla es un
diminutivo de Guerra y, ha llegado a significar una suerte de “Subversión”
frente a un orden político oficial imperante que trae opresión e injusticia. El
grupo que aquí se presenta en términos generales, luego se detalla y se les
conoce como “Los valientes de David” (2 Samuel 23). Allí se les describe como
valientes hombres de guerra, armados. Se juntan con David porque ven en él el
reflejo de un reinado mejor, tienen “Sueños de cambio”. En América Latina,
muchos cambios y revoluciones han estado asociados a movimientos de
Sub-versión. Orlando Fals Borda, el llamado Padre de la Sociología en Colombia,
analiza ese hecho en “La subversión en Colombia: el cambio social en la
historia”. Y, más allá del asunto de las armas, el Movimiento de Jesús y la
Reforma misma, significaron “sub-versiones” frente a versiones de poder
oficiales (El canto de María así lo propone). Teológicamente David había sido
elegido por Dios para ser rey; políticamente, y cuando las guerras eran
comunes, David se preparaba, con soldados, para cuando llegara el momento. Y,
¡Que grupo!
Vinieron a David…
1). Todos los oprimidos: estos estaban bajo presión, bajo estrés. Había muchas
personas bajo presión. 2). Todos los endeudados: la palabra hebrea da la idea
de “prestar con intereses, tener un numero de acreedores”. Eran personas que no
podían pagar sus deudas. 3). Todos los amargados de espíritu: los que tenían
amargura en el alma, los que habían sido agraviados y maltratados.
Estas tres
descripciones suponen una crítica política: en esos días la nación estaba
sufriendo bajo el gobierno de Saul. Había puesto impuestos demasiado altos al
pueblo y los había maltratado. Era un loco, sujeto a depresiones profundas, y
la gente estaba sufriendo las consecuencias. Algunos no pudieron soportarlo más
y por eso la cueva de David terminó llena de descontentos. ¿Se lo imaginan?
Estar uno en una cueva solo, sintiéndose como un gusano, es bastante malo,
¡pero tener más de 400 gusanos reunidos allí con uno, es un caos! Pero Dios
está obrando ahí. ¡Qué iglesia esta! David es un pastor roto para gente rota.
En el libro “Las
21 leyes irrefutables del liderazgo” de John Maxwell, más específicamente en la
novena ley, que denomina “Ley del magnetismo”, el autor afirma que un líder
solo atraerá a aquellas personas que se parecen a él o a ella. Dicho de otra
manera, que las personas que son como tú, te buscarán. Todos ellos veían en
David posibilidad de cambio, David los inspiraba. En Adulam encuentran un lugar
para hablar de "eso", de las aflicciones, las deudas y amarguras sin
censura; en Adulam encuentran reposo. Claro. No faltaron los que decían que David
y sus Insurgentes, que no se sometían, querían dividir El Reino y hacer uno
nuevo, cuando lo que querían era Reformarlo.
Más tarde, estos
"amargados, afligidos y endeudados", "lo peorsito de la
sociedad", fueron llamados "Los valientes de David" (2 Sam 23).
Pues, revelarse contra las tiranías, internas y externas, formar una Cueva
Adulam para hablar sin tapujos de todo y sanar, buscando cambios, eso es de
Valientes. El salmo 142 presenta una lectura existencial, orante y poética del
evento de la Cueva. Es la "Oración de un Cavernicola".
Cuando las
versiones oficiales quieran instalar en nosotros opresión, deudas y amarguras,
necesitamos “la sub-versión”, otra versión alternativa de la realidad tirana,
que como canta Alejandro Lerner, “se ríe a carcajadas esperando que me canse de
buscar”. Necesitamos “lugares-bares” en donde fraternizar. Necesitamos todos una “Cueva de Adulam”, que
sea un refugio sin máscaras para las angustias honestas, los hastíos profundos
y las oraciones inconfesables”.
Leí de Swindoll lo siguiente: “El Bar del vecindario es posiblemente el mejor ejemplo que hay del compañerismo que Jesús quiere enseñarle a su iglesia. Es una imitación que ofrece licor en vez de Gracia, escape en vez de realidad; pero es un compañerismo permisivo, lícito y aceptado que no es motivo de escándalo, y es democrático. Uno puede contarle sus secretos a las personas y éstas no se los cuentan a los demás, porque además no tienen el deseo de hacerlo. El Bar prospera, no porque la mayoría de las personas son alcohólicas, sino porque Dios ha puesto en el corazón humano el deseo de conocer y ser conocido, amar y ser amado y, por eso, son tantos los que buscan la imitación al precio de unas cuantas cervezas. Creo, con todo mi corazón, que Cristo quiere que su iglesia sea... una comunidad fraternal en la que la gente pueda venir y decir: “Estoy acongojado”, “Estoy por el suelo”, “Ya no doy más”.