La canción del despojado (3)
Cristología para una comunidad en crisis
Fil 2:1:11
convozalta.blogspot.com/Jovanni
Caballero 196
Recapitulemos: frente a la crisis relacional
de los Filipenses debido a los vicios de la competencia, el individualismo y el
ego, Pablo les dice que mientras ellos buscan escalar, subir, viendo al otro
como objeto para servirse, existe un camino diferente, les dice que “sientan
como Jesús”, que vivan como Jesús vivió, que tomen las opciones que Jesús tomo,
él, se bajó, sirvió y considero al otro escenario de su servicio. No usó el
“nombre de Dios” para imponerse y someter sino que vivió para el servicio. Para
decirles eso usa un himno, una canción que ellos entonaban en sus reuniones y
convocaciones. ¡Qué curioso! Es fácil, siempre será una tentación, cantar sin
adorar, proclamar sin vivir, predicar sin aplicar. En dos estrofas Pablo voltea
todo su mundo al revés desde el evangelio
de la cruz. En la primera estrofa le sujeto es Jesús, no sacas ventaja de su
condición divina, vive como siervo y muere por esa condición para traer
liberación. En la segunda estrofa le sujeto es Dios- Padre, él aprueba la vida
de Jesús poniéndola como modelo y patrón del vivir cristiano. Al final, “doblar
rodillas” y “confesar con la lengua” serían metáforas de la necesidad de
deponer los orgullos y de confesar a ese modelo como el gran modo de ser de
Dios y de vivir del creyente[1].
El himno finalmente nos desafía a conectar “la mente” o la forma en la que
sabemos que Jesús vivió con las “rodillas” y la “lengua”. Quisiera terminar
reflexionando desde cinco realidades.
1. La historia de la salvación: hay un asunto que
con frecuencia, por asuntos históricos y teológicos (hablaré de estos después)
hemos olvidado, está en la Biblia pero decidimos hacerlos a un lado pues
preferimos ver y pensar de manera distinta, el asunto es el siguiente: desde el
AT Dios salva por medio de lo débil, pobre, insignificante y sin apariencia; es
una locura para nuestra cultura de emporios. Para nosotros es muy importante lo aparente, lo fuerte, lo poderoso, lo bello,
lo presuntuoso, así pensamos nosotros y así pensamos de Dios. Sin embargo Dios
no es así. El caso más concreto en el AT es el famoso cantico del siervo de
Isaías 52:13-53:12, un siervo herido traerá salvación. ¡Es una locura! La
historia de la salvación se concreta en una cruz, la locura de Dios es su más
grande acierto. El texto de Filipenses lo reafirma, Dios salva a través de la
debilidad.
2. La misión de la iglesia: desde Constantino,
hemos pensado la misión en “clave de poder” o dominio. Con el paradigma
constantiniano, desde el siglo cuarto, el cristianismo se ha acostumbrado a estar
EN EL CENTRO, con algunas excepciones. La iglesia se ha acostumbrado al
aplauso, a la aprobación de la sociedad en general, al poder político y
económico. Se ha acostumbrado a dictar la ética y las normas de la moralidad
aceptables. En vez de ser perseguida ha perseguido, en vez de recibir odios ha
odiado, en vez de ser crucificada ha crucificado, en vez de recibir la
inquisición ella ha sido la inquisidora, en vez de servir se ha servido, en vez
de la toalla del servicio ha optado por la corona y los cetros del poder. ¿De
qué manera (s) el texto de Filipenses nos invita a replantear esto?
3.
El culto-la adoración. ¿Nuestras celebraciones están atravesadas por el paradigma
del vaciamiento? El vaciamiento, es la vida en constante "descenso". En
nuestras celebraciones se exalta al cristo sin poder no al poderoso; se exalta
al cristo despojado no al despojador. "Doblar rodilla" significa
vivir reconociendo que la única manera de agradar a Dios es tomar el camino del
descenso como Jesús. Pablo le dice a los filipenses: "ustedes cantan
esto... ahora vívanlo". La liturgia también debe "vaciarse" como
Jesús. Declaraciones litúrgicas grandilocuentes que confiesan tomar el poder en
nombre de Dios, no son parte del culto al despojado; predicadores y ministros que
se presentan como los show man y con
tono incuestionable no honran al espíritu
del despojado, este perfil es más el modelo del culto a la romana que a la
cristiana.
4.
En el ministerio. El éxito (si se quiere llamar así) del cristiano o líder
cristiano no está subiendo las escaleras sino bajándolas. El deseo de dominar,
de mandar, de figurar, de controlar, deja víctimas y crea nombres e
instituciones poderosas “en nombre de Dios” pero no honra a Dios. Formas así
son también “teologías de la prosperidad” y “de apostolado” solapadas, sutiles
que se alejan tanto del evangelio como aquellas que lo son abiertamente.
Recordemos que Pablo llama a movimientos así: “enemigos de la cruz” (Fil 3:18).
Los enemigos de la cruz no son los ateos sino aquellos que en nombre de la fe
quieren dominar. Así las cosas, no se “representa a Dios” desde el poder y la
imposición sino desde el servicio y la donación. Urge revisar la
"hermenéutica colonial" y "el liderazgo vertical".
5.
En las relaciones. Sus relaciones estaban marcadas por la competencia (el más
fuerte), el orgullo (el ego) y el espíritu individualista (el selfie). Los líderes
debemos "vaciarnos" como Jesús, sin pretensión de dominar; los roles
en casa deben ser "vaciados" como Jesús...un esposo no puede confesar
al cristo despojado y seguir a la vez en el rol/papel de macho dominador. Fin.
[1] Sentir como Jesús quiere decir
no considerar el poder, la riqueza, el prestigio como los valores supremos de
nuestra vida, pues en el fondo no responden a la sed más profunda de nuestro
espíritu, sino abrir nuestro corazón al otro, llevar con el otro el peso de
nuestra vida y abrirnos al Padre de los Cielos con sentido de obediencia y
confianza, sabiendo que precisamente, si somos obedientes al Padre, seremos
libres.