viernes, 20 de noviembre de 2020

La canción del despojado (3)

 

La canción del despojado (3)

Cristología para una comunidad en crisis

Fil 2:1:11

convozalta.blogspot.com/Jovanni Caballero 196

Recapitulemos: frente a la crisis relacional de los Filipenses debido a los vicios de la competencia, el individualismo y el ego, Pablo les dice que mientras ellos buscan escalar, subir, viendo al otro como objeto para servirse, existe un camino diferente, les dice que “sientan como Jesús”, que vivan como Jesús vivió, que tomen las opciones que Jesús tomo, él, se bajó, sirvió y considero al otro escenario de su servicio. No usó el “nombre de Dios” para imponerse y someter sino que vivió para el servicio. Para decirles eso usa un himno, una canción que ellos entonaban en sus reuniones y convocaciones. ¡Qué curioso! Es fácil, siempre será una tentación, cantar sin adorar, proclamar sin vivir, predicar sin aplicar. En dos estrofas Pablo voltea todo su mundo al revés desde  el evangelio de la cruz. En la primera estrofa le sujeto es Jesús, no sacas ventaja de su condición divina, vive como siervo y muere por esa condición para traer liberación. En la segunda estrofa le sujeto es Dios- Padre, él aprueba la vida de Jesús poniéndola como modelo y patrón del vivir cristiano. Al final, “doblar rodillas” y “confesar con la lengua” serían metáforas de la necesidad de deponer los orgullos y de confesar a ese modelo como el gran modo de ser de Dios y de vivir del creyente[1]. El himno finalmente nos desafía a conectar “la mente” o la forma en la que sabemos que Jesús vivió con las “rodillas” y la “lengua”. Quisiera terminar reflexionando desde cinco realidades.

1. La historia de la salvación: hay un asunto que con frecuencia, por asuntos históricos y teológicos (hablaré de estos después) hemos olvidado, está en la Biblia pero decidimos hacerlos a un lado pues preferimos ver y pensar de manera distinta, el asunto es el siguiente: desde el AT Dios salva por medio de lo débil, pobre, insignificante y sin apariencia; es una locura para nuestra cultura de emporios. Para nosotros es muy importante  lo aparente, lo fuerte, lo poderoso, lo bello, lo presuntuoso, así pensamos nosotros y así pensamos de Dios. Sin embargo Dios no es así. El caso más concreto en el AT es el famoso cantico del siervo de Isaías 52:13-53:12, un siervo herido traerá salvación. ¡Es una locura! La historia de la salvación se concreta en una cruz, la locura de Dios es su más grande acierto. El texto de Filipenses lo reafirma, Dios salva a través de la debilidad.

2. La misión de la iglesia: desde Constantino, hemos pensado la misión en “clave de poder” o dominio. Con el paradigma constantiniano, desde el siglo cuarto, el cristianismo se ha acostumbrado a estar EN EL CENTRO, con algunas excepciones. La iglesia se ha acostumbrado al aplauso, a la aprobación de la sociedad en general, al poder político y económico. Se ha acostumbrado a dictar la ética y las normas de la moralidad aceptables. En vez de ser perseguida ha perseguido, en vez de recibir odios ha odiado, en vez de ser crucificada ha crucificado, en vez de recibir la inquisición ella ha sido la inquisidora, en vez de servir se ha servido, en vez de la toalla del servicio ha optado por la corona y los cetros del poder. ¿De qué manera (s) el texto de Filipenses nos invita a replantear esto?

3. El culto-la adoración. ¿Nuestras celebraciones están atravesadas por el paradigma del vaciamiento? El vaciamiento, es la vida en constante "descenso". En nuestras celebraciones se exalta al cristo sin poder no al poderoso; se exalta al cristo despojado no al despojador. "Doblar rodilla" significa vivir reconociendo que la única manera de agradar a Dios es tomar el camino del descenso como Jesús. Pablo le dice a los filipenses: "ustedes cantan esto... ahora vívanlo". La liturgia también debe "vaciarse" como Jesús. Declaraciones litúrgicas grandilocuentes que confiesan tomar el poder en nombre de Dios, no son parte del culto al despojado; predicadores y ministros que se presentan como los show man y con tono incuestionable  no honran al espíritu del despojado, este perfil es más el modelo del culto a la romana que a la cristiana.

4. En el ministerio. El éxito (si se quiere llamar así) del cristiano o líder cristiano no está subiendo las escaleras sino bajándolas. El deseo de dominar, de mandar, de figurar, de controlar, deja víctimas y crea nombres e instituciones poderosas “en nombre de Dios” pero no honra a Dios. Formas así son también “teologías de la prosperidad” y “de apostolado” solapadas, sutiles que se alejan tanto del evangelio como aquellas que lo son abiertamente. Recordemos que Pablo llama a movimientos así: “enemigos de la cruz” (Fil 3:18). Los enemigos de la cruz no son los ateos sino aquellos que en nombre de la fe quieren dominar. Así las cosas, no se “representa a Dios” desde el poder y la imposición sino desde el servicio y la donación. Urge revisar la "hermenéutica colonial" y "el liderazgo vertical".

5. En las relaciones. Sus relaciones estaban marcadas por la competencia (el más fuerte), el orgullo (el ego) y el espíritu individualista (el selfie). Los líderes debemos "vaciarnos" como Jesús, sin pretensión de dominar; los roles en casa deben ser "vaciados" como Jesús...un esposo no puede confesar al cristo despojado y seguir a la vez en el rol/papel de macho dominador. Fin.   



[1] Sentir como Jesús quiere decir no considerar el poder, la riqueza, el prestigio como los valores supremos de nuestra vida, pues en el fondo no responden a la sed más profunda de nuestro espíritu, sino abrir nuestro corazón al otro, llevar con el otro el peso de nuestra vida y abrirnos al Padre de los Cielos con sentido de obediencia y confianza, sabiendo que precisamente, si somos obedientes al Padre, seremos libres.