¡Cristianismo y nada más! (1)
Una introducción a la lectura y predicación de la carta a
los Colosenses
convozalta.blogspot.com/Jovanni
Caballero162
Para leer y predicar un
texto cualquiera debemos empezar considerando, al menos, tres dimensiones que
configuraron y vieron nacer el texto: 1). La dimensión histórica; aquí
consideramos la cultura, la sociedad, la política, etc. 2). La dimensión
literaria; en esta parte tratamos de entender las diferentes forma literarias que
el texto tiene entendiéndolo como “literatura”. 3. La dimensión teológica, el
texto habla de Dios y su relación con su creación. En este sentido, el autor
tiene una agenda “teológica” que responde a necesidades particulares de sus
lectores. Proponemos la siguiente estructura quiástica para mirar las
relaciones estructurales y desentrañar brevemente las distintas dimensiones del
texto (histórica, literaria y teológica).
a.
Saludos iniciales, 1:1-2.
b. Oración por los colosenses, 1:3-14.
c. Cristología cantada, 1:15-23.
c’. Cristología aplicada, 2:1-4:1.
b’. Oración de los colosenses, 4:2-6.
a’.
Saludos finales, 4:7-18.
Iniciamos mirando la cuestión de los saludos (1:1-2; 4:7-18)
y nos preguntamos… ¿Quiénes eran Pablo y Timoteo? Recordemos que los hombres
como los textos significan en contexto. Ortega & Gasett dijo: “yo soy yo y
mi circunstancia”. Le escriben a una Iglesia que está en Colosas, Frigia en
Asia Menor (Hoy Turquía). La iglesia es una realidad situada y esa realidad la
condiciona para bien o para mal. La eclesiología del NT no es abstracta,
responde a necesidades concretas. Nos preguntamos entonces ¿Cómo era Colosas? ¿Qué
desafíos planteaba para los hermanos de la iglesia allí establecida su cultura,
las formas religiosas y demás? A los creyentes se les identifica como “santos”
y fieles”, usando de esta manera categorías del AT y que se aplicaban a Israel.
La santidad aquí tiene que ver con lo que ya pasó (una posición) y la fidelidad
tiene que ver con lo que está pasando (una actuación). En otras palabras, la
fidelidad es la santidad en contexto. La gracia y la paz proceden de Dios el
padre, no de roma o el Cesar. Al despedirse, nos presenta un entramado de
relaciones con nombres propios, la fe con rostros particulares, nos habla de
sus relaciones ministeriales, invita a la comunidad a tener carácter
“interactivo” con otras iglesias y recuerda que el ministerio no se lleva a
cabo en solitario, Pablo no es solo un gran pastor y teólogo que escribe a la
Iglesia, es también el hermano que necesita de otros, de sus oraciones y sus
cuidados.
Nos introducimos un poco ahora en las oraciones
(1:3-14:4:2-6). El fascinante mundo de las oraciones de Pablo revela sus deseos
para aquellos por quienes ora. La primera oración, 1:3-14, se divide así:
acción de gracias (vv. 3-8), petición (vv. 9-11) y acción de gracias (vv.
13-14). Pablo y Timoteo oran para que los colosenses sean llenos del
conocimiento de la voluntad de Dios y que como resultado de esto ellos pueden
orientar sus vidas[1].
El conocimiento era un asunto apreciado por los “iluminados” de Colosas de
trasfondo gnóstico, solo unos cuantos podían alcanzarlo a través de mucho
esfuerzo. Pablo, al contrario pide a Dios que conceda gratuitamente a todos el conocimiento
y la sabiduría para que sus vidas lleguen a ser expresión de la voluntad de
Dios en el día a día. Así, la oración no patrocina la pereza, sino que moviliza
a la acción. La oración no es un Búnker para la protección es catapulta para la
acción. Usando el esquema básico del éxodo (sacar de un lugar para llevarlo a
otro) Pablo termina dando gracias a Dios por haberlos liberado y trasladado a
su reino. Ya los colosenses no están a expensas de lo que puedan hacer las
fuerzas de las tinieblas, ya no tienen por qué temerle a las potestades. Dios
los ha librado. Al final, 4:2-6, los invita a la oración perseverante e intercesora por la misión apostólica. La
oración es participación de los planes de Dios a través de otros. Usando una
figura del mundo de la cocina, de la culinaria, les invita a revisar el
lenguaje, a hacer del lenguaje un plato apetecible.
Estas secciones tienen un fuerte carácter litúrgico o
cultual, Pablo va de la oración al himno. En esta sección, 1:14-23, Pablo
introduce un himno que responde a la preguntas ¿Quién es Cristo?, ¿Cómo es que
ha llegado a relacionarse con ellos? Este es un himno eminentemente cristológico,
es decir, trata de Cristo y su obra. Un detalle muy importante para notar es
que en el NT algunas de las declaraciones cristológicas más importantes se
dicen cantando (Fil 2:5-11; 1 Tim 1:16; Ap 5:9-14). Veamos algunas afirmaciones
importantes que hace el himno respecto a Cristo: 1). Cristo es el creador, vv.
15-17, 2). Cristo el reconciliador, vv. 18-20, 3). Cristo el santificador, vv.
21-23. Todo el himno tiene como propósito superar el dualismo gnóstico, la cristología dual, e integrar a Cristo con la
redención, la creación, la comunidad y con Dios mismo. Superando la cristología
doceta y dualista griega. Continuará.
[1] Creo que la oración expresa los
dos deseos de Pablo para los Colosenses y que desarrolla en su carta:
conocimiento de Dios (1:3-2:5) y actuación a partir de ese conocimiento
(2:6-4:18). Así un correcto conocimiento de Dios conduce a una correcta
adoración de Dios.