Búsqueda implacable
Lc 2:39-52
convozalta.blogspot.com/Jovanni
Caballero 93
Taken (titulada Búsqueda Implacable en
Latinoamérica y Venganza en España) es una película de acción francesa. La
trama trata de un papá, agente retirado de la CIA, que enfrenta el secuestro de
su hija y hace, desde su experiencia como agente, lo imposible para rescatarla
y traerla a casa sana y salva. Es una búsqueda implacable. El texto de Lucas no
nos presenta la trama de un secuestro, pero si a un hijo perdido y a sus padres desesperados por encontrarle y
llevarlo a casa. ¡Y quién iba a creerlo!; se trata de Jesús, siendo aún niño, y
de sus padres José y María. Antes que nada, debemos decir de este texto dos
asuntos importantes: 1). El relato hace parte de una forma literaria más amplia
llamada “relatos de infancia”. 2). El texto presenta la siguiente estructura,
en donde, como se puede apreciar, el centro trata de la pérdida del niño Jesús
en el marco de la pascua en Jerusalén y la desesperación de sus padres por
encontrarlo. Veamos la estructura:
a. De Jerusalén a
Nazaret: niño Jesús crece, vv. 39-40.
c. La pascua en Jerusalén:
¿el niño perdido y recuperado?, vv. 41-49.
a’. De Jerusalén a
Nazaret: niño Jesús crece, vv. 50-52.
Notemos que los episodios narrados en estos
primeros textos están ambientados en el templo de Jerusalén; la última escena
del evangelio tendrá el mismo marco (Lc 24:53). Y es que el evangelio de Lucas
tiene un carácter litúrgico: sabe a templo, a fiesta, a celebración. El
acontecimiento cristiano tomó su impulso en el corazón del mundo judío.
Las
dos partes extremas de la estructura (a-a’), nos presentan dos etapas de la
vida de Jesús: el niño y el cuasi-adolescente, en el marco de una familia
piadosa que, tal como lo indica la ley, van tres veces al año a Jerusalén a
adorar. Ahora, los datos arrojados no solo muestra la piedad de la familia, es
decir, su comportamiento religioso; sino también su condición socio económica:
al presentar al niño Jesús, José y María lo hacen con la ofrenda que estaba
estipulada para los pobres; un par de tórtolas (2:24 Cp. Lv 12:18). Pero además, vive en Galilea, en la periferia y
tierra de gentiles. Estos versos concluyen invitándonos a contemplar el
misterio de Nazaret: un Dios hecho aprendiz de hombre. En este sentido, el
educador cristiano Hendricks ha notado por lo menos cuatro áreas de crecimiento
que se presentan en la vida de Jesús tal como el texto de Lucas lo detalla, así[1]:
crecía “en sabiduría”; esto es el desarrollo intelectual. Crecía “en estatura”,
esto es desarrollo físico. Crecía “en gracia para con Dios”, esto es desarrollo
de su vida devocional (espiritual). Y
crecía “en gracia para con los hombres”, esto es desarrollo social y emocional.
La sección, además, termina con el regreso a Nazaret y un comentario sobre la
actitud de María frente al acontecimiento del templo: “guardaba estas cosas en
su corazón”, no se apresuró a emitir un juicio, dejó espacio para la reflexión,
el misterio y el asombro. Y es, creo, la invitación para el lector.
La parte central, en
nuestra estructura (c), es la más compleja. El evangelio no elimina esas
dificultades. El autor quiso presentar esa parte de la historia por un
propósito bien claro. El autor no parece extrañarse o preocuparse por el hecho
del “niño Jesús perdido” y de sus padres en “una búsqueda implacable”. Podemos,
para aclarar un poco esta sección, decir, al menos cuatro asuntos: 1). La pérdida
de Jesús tiene todas las garantías de la probabilidad; es un accidente que
fácilmente puede acontecer en la vida común y corriente. 2). La frase “sentado
en medio de los maestros”, describe a Jesús más como entre colegas y no como un
estudiante, además; el verbo griego para decir “hacer preguntas” (ἐπερωτάω), no está expresando la típica
curiosidad infantil al preguntar, sino el serio cuestionamiento a quienes, para
ese entonces, eran responsables de los asuntos del Padre (Mt 12:11; 22:46; Hech
5:27). 3). La escena del niño en el templo, es sugestiva, recuerda la
consagración de Samuel y evoca no solo la crisis moral y religiosa de entonces
sino también la esperanza de Dios para un pueblo (1 Sam 1:1-28). Lucas ve la
experiencia de María en paralelo a la de Ana, la madre de Samuel. La salvación
aquí, parece ser “un asunto de niños”. 4). La frase “después de tres días”
tienen mucha concordancia con el evento de la muerte y la resurrección de Jesús
(Cp. 23:46). Comprendemos entonces que los relatos de
infancia son, tal vez, un resumen simbólico de la persona, palabra y obra de
Jesús. Esto muestra, entre otras cosas, que el camino de él, es también el
camino de toda la humanidad; vino a enseñarnos el camino al padre.
El relato invita al recogimiento frente al
hecho del “Dios aprendiz de hombre”, a tomar una actitud mariana frente a eso que Rudolf Otto llamó el mysterium tremendum et fascinans, el misterio tremendo y
fascinante. Pero el relato es también orientador, quiere que sepamos, desde el
principio, en donde debemos buscar a Jesús: en los asuntos del Padre. Contrario
a lo que algunos modernos, anclados en el absolutismo de las ciencias positivas,
declararon, la sociedad actual está en constante búsqueda de la espiritualidad,
esta no es necesariamente cristiana. Pero, para los “buscadores implacables”,
la iglesia tiene el evangelio de Jesús, las buenas nuevas de salvación; porque
la ironía del texto es que Jesús no estaba perdido, los perdidos eran José,
María; y también nosotros; él es quien nos busca implacablemente (Lc 19:10).
Fin.
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