miércoles, 6 de junio de 2012

Abdías para principiantes. Parte I

Abdías para principiantes. Parte I.
Reflexión sobre una imprecación contestada
Abdías 1:1-21
convozalta.blogspot.com/Jovanni Caballero 38
¿Qué pasa por la mente de un padre al cual le acaban de violar a su hija? ¿Qué piensan los campesinos que por la fuerza han sido sacados de sus tierras, dejando su futuro en el pasado? ¿Qué tipo de sentimientos anidan en el corazón del ciudadano común que vive en carne propia los vejámenes de quienes ostentan el poder? ¿Qué siente alguien que ha sido traicionado por su amigo? Si tuviésemos la oportunidad de tener registros audiovisuales o escritos de los pensamientos, sentimientos y actitudes de las personas en las situaciones anteriormente descritas, tendríamos la oportunidad de apreciar la justa impotencia, y el odio hacia sus detractores; pero sobre todo, los profundos deseos de justicia hacia ellos por parte del Estado. Esta misma situación es la que se da en Judá a la luz de la tragedia del exilio y los vejámenes que le propinaron sus enemigos en las invasiones. Los registros escritos dan fe de ello; basta con dar un vistazo al libro de las Lamentaciones, al salmo 137 y al texto del profeta Abdías[1].
            Hay dos hechos importantes que tejen la trama y el mensaje de Abdías: uno es el evento histórico de la irrupción de Babilonia al reino del sur, Judá, para llevarlos como botín de guerra a tierra extraña; el otro, que surge como consecuencia del primero, al nacer ese sentimiento de impotencia, cuando las instituciones colapsan y se experimenta en carne propia la vejación, la violación de sus mujeres y el asesinato brutal de sus niños. Este hecho es la convicción teológica de que Dios es justo y está al control de todo (aunque a veces esto no parezca muy claro); por ello se va ante él clamando en oración justicia. Es el salmo 137 el que presenta una oración de imprecación pidiendo venganza divina en favor de Judá y en contra de Edom. Así, el salmista ora pidiendo justicia, y en el mensaje de Abdías Dios responde afirmando su reino y condenando a Edom[2]. La profecía de Abdías describe el castigo divino a Edom por la actitud hacia Judá, su hermano, en el día de la dificultad y la angustia. Pero, ¿cómo se da esto? Veámoslo:
            El mensaje de Abdías se presenta en una estructura sencilla[3]: en la introducción (v.1) se convoca a una confederación de naciones vecinas para que unidas apunten a Edom en batalla. Mientras esta voz se extiende y los ejércitos se alistan para la batalla, el profeta describe con lujo de detalles a Edom y dice qué es lo que Dios hará con este pueblo (vv.2-9). El problema fundamental de Edom es su orgullo y arrogancia. Hay algunos elementos que han jugado un papel importante en el cultivo de esas actitudes. En primer lugar, su posición geográfica: estaba incrustado en una zona montañosa y empinada, lo que hacía casi imposible llegar a tocarlo; por ello, lanza con arrogancia la pregunta “¿Quién podrá derribarme?”[4] En segundo lugar, su fuerza militar: la posición geográfica era militarmente estratégica, y hacía alarde de su valientes (v.9). En tercer lugar, sus relaciones y alianzas eran símbolo de confianza y seguridad (v.7). En cuarto lugar, sus sabios y entendidos; Edom fue conocida por su habilidad en los negocios y astucia diplomática (v. 8 Cp. Jr 49:7). Y en quinto lugar, sus tesoros, su orgullo económico.
            Hasta aquí Edom ha sembrado la semilla de su propia destrucción. Sus ventajas geográficas, militares y demás, han sido utilizadas para alimentar su ego, su carrera a la dominación. Edom pasará de lo alto a lo bajo,  de ser amada a ser despreciada, de ser grande a ser pequeña. Edom olvidó algo importante: por más alto que uno suba, siempre habrá alguien más arriba. Ante el Señor, cualquier sitio será inseguro. No habrá escondite. Con toda razón el proverbista declara: “antes de la quiebra está el orgullo; y antes de la caída, la altivez de espíritu” (Pr 16:18). Hasta el momento solo se ha descrito lo que Dios le hará a Edom; sin embargo, se debe mirar también el porqué de la situación descrita.                   Continuará… 


[1] “Por los eventos en mención, la fecha de composición del libro parece ubicarse en los años siguientes a 586 (Jr 49)” ABREGO DE LACY, J.M, Introducción al estudio de la Biblia: los libros proféticos. Verbo Divino- Estella (Navarra), 2003, p 186.
[2] Edom, descendiente de Esaú, hermano de Jacob, no se hizo solidario en los eventos del 587 y se puso al lado de Babilona.
[3] También se presenta una estructura  más compleja en quiasmo, así:
A. Batalla contra Edom, v.1.
     B. El monte de Edom humillado, vv. 2-9.
           C. La violencia de Edom contra Judá, vv. 10-14.
                 D. El día del Señor: así se hará contigo, v. 15.
           C’. Serás violentado, v.16.
     B’. El monte Sion establecido, vv.17, 18.
A’. Batalla contra Edom, vv. 19,20.
[4] Edom estaba ubicada en las montañas del sur de El Mar Muerto.

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