Abdías para
principiantes. Parte I.
Reflexión sobre una imprecación contestada
Abdías 1:1-21
convozalta.blogspot.com/Jovanni
Caballero 38
¿Qué pasa por la mente de
un padre al cual le acaban de violar a su hija? ¿Qué piensan los campesinos que
por la fuerza han sido sacados de sus tierras, dejando su futuro en el pasado? ¿Qué
tipo de sentimientos anidan en el corazón del ciudadano común que vive en carne
propia los vejámenes de quienes ostentan el poder? ¿Qué siente alguien que ha
sido traicionado por su amigo? Si tuviésemos la oportunidad de tener registros
audiovisuales o escritos de los pensamientos, sentimientos y actitudes de las
personas en las situaciones anteriormente descritas, tendríamos la oportunidad
de apreciar la justa impotencia, y el odio hacia sus detractores; pero sobre
todo, los profundos deseos de justicia hacia ellos por parte del Estado. Esta
misma situación es la que se da en Judá a la luz de la tragedia del exilio y
los vejámenes que le propinaron sus enemigos en las invasiones. Los registros
escritos dan fe de ello; basta con dar un vistazo al libro de las
Lamentaciones, al salmo 137 y al texto del profeta Abdías[1].
Hay dos hechos importantes que tejen la trama y el
mensaje de Abdías: uno es el evento histórico de la irrupción de Babilonia al
reino del sur, Judá, para llevarlos como botín de guerra a tierra extraña; el otro,
que surge como consecuencia del primero, al nacer ese sentimiento de
impotencia, cuando las instituciones colapsan y se experimenta en carne propia
la vejación, la violación de sus mujeres y el asesinato brutal de sus niños.
Este hecho es la convicción teológica de que Dios es justo y está al control de
todo (aunque a veces esto no parezca muy claro); por ello se va ante él clamando
en oración justicia. Es el salmo 137 el que presenta una oración de imprecación
pidiendo venganza divina en favor de Judá y en contra de Edom. Así, el salmista
ora pidiendo justicia, y en el mensaje de Abdías Dios responde afirmando su
reino y condenando a Edom[2].
La profecía de Abdías describe el castigo divino a Edom por la actitud hacia
Judá, su hermano, en el día de la dificultad y la angustia. Pero, ¿cómo se da
esto? Veámoslo:
El mensaje de Abdías se presenta en una estructura
sencilla[3]:
en la introducción (v.1) se convoca a una confederación de naciones vecinas para
que unidas apunten a Edom en batalla. Mientras esta voz se extiende y los
ejércitos se alistan para la batalla, el profeta describe con lujo de detalles
a Edom y dice qué es lo que Dios hará con este pueblo (vv.2-9). El problema
fundamental de Edom es su orgullo y
arrogancia. Hay algunos elementos que han jugado un papel importante en el
cultivo de esas actitudes. En primer lugar, su posición geográfica: estaba
incrustado en una zona montañosa y empinada, lo que hacía casi imposible llegar
a tocarlo; por ello, lanza con arrogancia la pregunta “¿Quién podrá derribarme?”[4]
En segundo lugar, su fuerza militar: la posición geográfica era militarmente
estratégica, y hacía alarde de su valientes (v.9). En tercer lugar, sus
relaciones y alianzas eran símbolo de confianza y seguridad (v.7). En cuarto
lugar, sus sabios y entendidos; Edom fue conocida por su habilidad en los
negocios y astucia diplomática (v. 8 Cp.
Jr 49:7). Y en quinto lugar, sus tesoros, su orgullo económico.
Hasta aquí Edom ha sembrado la semilla de su propia
destrucción. Sus ventajas geográficas, militares y demás, han sido utilizadas
para alimentar su ego, su carrera a la dominación. Edom pasará de lo alto a lo
bajo, de ser amada a ser despreciada, de
ser grande a ser pequeña. Edom olvidó algo importante: por más alto que uno
suba, siempre habrá alguien más arriba. Ante el Señor, cualquier sitio será
inseguro. No habrá escondite. Con toda razón el proverbista declara: “antes de
la quiebra está el orgullo; y antes de la caída, la altivez de espíritu” (Pr
16:18). Hasta el momento solo se ha descrito lo que Dios le hará a Edom; sin
embargo, se debe mirar también el porqué de la situación descrita. Continuará…
[1] “Por
los eventos en mención, la fecha de composición del libro parece ubicarse en
los años siguientes a 586 (Jr 49)” ABREGO DE LACY, J.M, Introducción al estudio
de la Biblia: los libros proféticos. Verbo Divino- Estella (Navarra), 2003, p
186.
[2] Edom,
descendiente de Esaú, hermano de Jacob, no se hizo solidario en los eventos del
587 y se puso al lado de Babilona.
[3]
También se presenta una estructura más
compleja en quiasmo, así:
A. Batalla contra Edom, v.1.
B. El monte
de Edom humillado, vv. 2-9.
C. La
violencia de Edom contra Judá, vv. 10-14.
D. El día del Señor: así se hará
contigo, v. 15.
C’.
Serás violentado, v.16.
B’. El
monte Sion establecido, vv.17, 18.
A’. Batalla contra Edom, vv. 19,20.
[4] Edom
estaba ubicada en las montañas del sur de El Mar Muerto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario