lunes, 18 de febrero de 2013

Jesús misionero: una mirada a la tradición cristológica en la AIEC


Jesús misionero: una mirada a la tradición cristológica en la AIEC
convozalta.blogspot.com/Jovanni Caballero 52
[“A la ciudades y poblados de mi tierra fueron llegando hace tiempo misioneros, que con esfuerzo plantaron muchas iglesias y demostraron el poder del evangelio en Cartagena, Montería y Sincelejo; y en las riberas del gran río Magdalena la obra de Cristo, con empuje, fue creciendo, se fue extendiendo ¡Gloria a Dios!”][1]. Así, y en verso, llegó y fundó Jesús lo que se conoce hoy como la Asociación de Iglesias Evangélicas del Caribe (AIEC). Este Jesús ‘fue traído’ a la costa norte colombiana por los misioneros Enrique y Susana Strachan, fundadores de la Misión Latinoamericana (LAM) y de la AIEC. Todo este proceso se llevó a cabo durante los años veinte y treinta del siglo pasado, cuando Don Enrique predicó en El Salvador, Honduras, Venezuela, Colombia, Chile y en las costas del mar Caribe. “Predicó el evangelio en plazas públicas, teatros… donde muchas personas se arrepintieron y conocieron a Cristo. Como iba de un lugar a otro, se le apodó El caballero andante de América Latina”[2].
[“Y fue así que comenzó la Asociación de Iglesias del Caribe, que por la costa proclamó el evangelio que nos hace libres; y por Colombia se extendió, buscando al hombre que en pecado gime, para llevarlo a aquel que redime, que es Jesucristo ¡Gloria a Dios!”]. Hasta este momento, y de aquí en adelante, se puede notar que el Cristo de la AIEC es eminentemente misionero; es decir, este Jesús se abrió paso al ser anunciado en toda nuestra región como el que busca y encuentra al hombre en su “ya” y en su “ahora”, en sus cotidianidades, a ese hombre costeño que no sabía cómo llegar a Dios. Jesús redime a ese hombre y lo pone en sintonía con su creador. La influencia de esta cristología misionera se ha visto reflejada en la AIEC durante más de 60 años, a través de la fundación y plantación de iglesias por toda la Costa Atlántica, en Medellín, Bogotá, Ecuador y Venezuela, al punto de contar hoy con más de 700 comunidades en el territorio nacional. Y aunque la mayoría de estas no son muy grandes numéricamente, sí ve en ellas estabilidad y sostenibilidad en el tiempo y preocupación por extender el evangelio para que más personas conozcan a Jesús. La convicción misionera es tal que hace parte de nuestro himno cuando declara: [“Hoy más que nunca seguiremos avanzando, cumpliendo así con el sagrado mandamiento de proclamar a todo el pueblo colombiano las buenas nuevas del poder del evangelio. Cristo nos dice que las puertas del infierno no prevalecen en su lucha con la Iglesia, por eso siempre avanzaremos con denuedo, y venceremos ¡Gloria a Dios”]!
            Sin embargo, es muy fácil manufacturar a Jesús, crearlo al antojo de nuestros caprichos y decir con descaro disfrazado que “es el mismo que caminó hace dos mil años por Palestina”, aquel de quien los evangelistas y la historia han dado testimonio. La AIEC es desafiada hoy por cristologías manufacturadas y alternativas tales como el Jesús de la prosperidad y el de los milagros. El primero se presenta con traje y corbata, predicando desde un púlpito de mármol “¡Prosperidad material para todos!”, en detrimento de “todo el consejo de Dios”. El segundo es el genio de la lámpara mágica que complace los caprichos de sus seguidores. A este Jesús que todo lo puede, irónicamente, fue el mismo a quien Pablo oró tres veces para que lo sanara y no lo hizo (2 Co 12:8,9). Por esto, hoy desde la AIEC se hace necesaria una mirada crítica a la pregunta de Jesús “¿Quién dicen los hombre que soy yo?” (Mrc 8:27), cuestión que debe ser respondida a la luz de la historia y de los materiales bíblicos para no caer en descontextualizaciones y cristologías vagas. “No son poco los cristianos que se preguntan si hay algo nuevo que decir sobre Jesús, y si el intento de decir algo nuevo no constituye una negación de la enseñanza tradicional de la iglesia o de la suficiencia de la Escritura”[3].
            La imagen del Jesús misionero es reflejada en la AIEC, hoy como ayer, por las palabras desafiantes de Jesús: “Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones…” (Mt 28:19a). Esta cristología nutre y da fuerzas  a la AIEC para anunciar a aquél bajo cuyo “dominio están el cielo y la tierra”. No lo anunciamos para hacerlo Señor; lo anunciamos porque él es el Señor. De igual modo, la preocupación misionera se expresa hoy en la proclamación histórica y bíblica del Jesús que quiere reconciliar a la criatura con su creador, al hombre con su Dios. Hacer lo contrario sería optar por cristologías alternativas y hasta aberrantes; sería renunciar a la historia, a nuestra historia, y al testimonio de la Biblia misma. Por eso: “[Hoy como ayer, la Asociación va desplegando el pabellón de Cristo, vamos en pos del galardón que Dios el Padre nos ha prometido, y aunque haya aquí persecución y los creyentes sufran el martirio, no temeremos: Jesús ha vencido al enemigo ¡gloria a Dios!”]. Finalmente, esta cristología misionera halla su base escritural en el texto del evangelio de Marcos, donde el resucitado comisiona a los discípulos diciéndoles: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura…” (Mr 16:9).    Fin.


[1] Los corchetes encierran cada una de las cuatro estrofas del himno de la AIEC.
[2] RESTAN PADILLA, Ubaldo, 50 años de historia y misión AIEC. Lealtad Ltda-Sincelejo, 1995, p 13.
[3] WRIGHT, N.T, El desafío de Jesús. Desclée de Brouwer-Bilbao, 2003, p 17.

4 comentarios:

  1. EXCELENTE. No hay nada que inventar. JESUS no vino a constituir emporios religiosos y tampoco es una religión, El es PARA VIDA ETERNA y la misión de los que le sirven es la última frase “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura…” (Mr 16:9). Con mis palabras diría yo....id en todo lugar advirtiendo sobre EL PLAN DE SALVACION DE ARRIBA. Felicitaciones JOVANNI.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. SER CRISTIANOS, Y LLEVAR LA RESPONSABILIDAD HISTÓRICA DE DAR UN MENSAJE QUE NO TRAIGA DUDAS HACIA LA PERSONA DE JESÚS, QUE NO QUEDE DUDA DE QUIEN ES EL Y RESPONDER A LOS DESAFÍOS QUE CONTINUAMENTE SE NOS PRESENTAN.
      NUESTRA META: VIVIR PARA CUMPLIRLE " ID Y HACED DISCÍPULOS..."
      BENDICIONES PASTOR

      Eliminar
  2. hermano gracias por tu aporte a las nuevas generaciones de la AIEC

    ResponderEliminar
  3. Hola. Yo conocí al Señor en una iglesia de la AIEC en una vereda llamada Bocas de Uré, a orillas del río San Jorge, Montelibano - Cordoba, a la edad de 7 años. Mi abuela inició allí con sus hijos un testimonio para la gloria de Dios. Doy gracias a Dios por ella y mi por mi madre. Hoy vivo en Medellín y sirvo junto con mi esposa en una iglesia al señor Jesucristo, de las iglesias conocidas como hermanos libres. Dios bendiga a la AIEC y que puedan conservar la sana predicación de la Palabra de Dios.

    ResponderEliminar