sábado, 7 de enero de 2012

Viaje al futuro

Viaje al futuro.
Reconocimiento y rechazo del don de Dios.
Nm 13-14.
convozalta.blogspot.com/Jovanni Caballero 32
            El escritor norteamericano Alvin Toffler en su libro “El shock del futuro” intenta describir lo que le pasa a la gente que se siente abrumada por el cambio[1]. Su libro trata del modo en que nos adaptamos o dejamos de adaptarnos frente al futuro. Y es que, sin duda alguna, algo pasa cuando se está frente al cambio, cuando se enfrenta lo novedoso o cuando se esta frente a los desafíos del futuro. Así es que frente al futuro y a los desafíos que plantea se opta por renunciar a este para vivir un presente continuo o peor aun, para regresar al pasado. Este es el caso de la generación de israelitas que salió de Egipto. Meses después de haber salido de Egipto, de haber recibido la ley y haber construido el tabernáculo, el pueblo es puesto en marcha hacía su futuro, hacia la tierra prometida. Pero ¿Cómo es que esta generación niega la posibilidad del futuro? Eso lo veremos a continuación.
            En el desierto de Parán Dios le dice a Moisés, como estrategia militar normal, que envíe a un líder de cada una de los doce tribus para que reconozcan la tierra de Canaán (Nm 12:36-13:1-16). La tierra no era solo geografía sino teología. El don de la tierra era el cumplimiento de las viejas promesas de Dios hechas a Abraham y muestra palpable de la fidelidad de Dios. De esta manera personas, ley y tierra vienen a dar forma al pueblo de Dios (Gn 12:1-7; 15:13). Así, los doce lideres “viajan al futuro”, lo que para otros había sido solo un sueño, una quimera, para ellos es la realidad cercana. Cuarenta días fueron necesarios para observar de primera mano el don de Dios, la muestra del futuro, el racimo de uvas, habla por si solo. Sin embargo, cuando regresan al presente, al desierto de Parán en Cades, e informan ante la congregación, diez de los doce espías toman una actitud hermenéutica, pasan de la observación a la interpretación, se sienten intimidados por lo que vieron de tal manera que la congregación es también afectada (13:26-31). La tierra es buena pero es habitada por gigantes, son apabullados por el complejo de inferioridad. Perdieron el partido antes de jugarlo. No pudieron conquistar sus miedos, sus temores, sus gigantes.
            Ahora, rechazar la tierra era rechazar el don de Dios, solo dos de los espías, Josué y Caleb, se atrevieron a desafiar el concepto de la mayoría e introdujeron la teología en el asunto: recuerdan que este proyecto es idea de Dios y que él los introducirá en esa tierra (14:6-9). No obstante la congregación rechaza esa propuesta, se adhiere al concepto de la mayoría, es decir, de los diez espías y, lanza una propuesta desafiante: nombrar un líder y volver a Egipto. Ya que el futuro es intimidante, volvamos al pasado. Ya que la libertad cuesta, entonces volvamos a la esclavitud que promueve el Status Quo y no inquieta demasiado. “Dios quiere educar a Israel en la madurez humana y religiosa. La vuelta a Egipto significa la regresión a una etapa que debió superarse para siempre… Israel no cae en cuenta que tal actitud implica un retorno a la esclavitud. El bien esta en el futuro, no en un regreso”[2]. Parece que la mentalidad de esclavos se impone sobre la de la libertad. Salieron físicamente de Egipto pero lo llevaban con ellos en su forma de pensar. La congregación no resiste el desafío de dos soñadores y opta por matarlos y no logran hacerlo porque Dios interviene de manera directa en el asunto (14:10). El veredicto divino para esta generación es claro: “no quieren la tierra no la tendrán, todos morirán en el desierto” (14:23). Así, el que resiste ver el futuro, estará condenado a un presente continuo.
            La generación de israelitas que salió de Egipto quedó como ejemplo de incredulidad, sus infidelidades fueron muestras de la negación del amor de Dios (Sal 106:21). Toda la generación condenada a un presente continuo por renunciar a su futuro murió en el desierto y sobre ella una lápida que decía: “aquí yace la generación que pudo ser y no fue” (Nm 26:65). En el NT el apóstol Pedro advierte sobre la necesidad de aceptar el dolor y la prueba como parte del plan divino para imprimir lecciones a nuestro carácter (1 Ped 4:12-19). El autor de Hebreos hace lo propio cuando dice que el rechazo del don de Dios y que, en termino generales, la vida de fe requiere de la disciplina del buen padre Dios que nos llama al orden y al crecimiento (Heb 2:1-4). De esta manera el mañana siempre vendrá con sus desafíos, vendrá a sacarnos de nuestra “zona de comodidad”, frente a esto se dan dos opciones: la de los diez espías; volver al pasado, a la esclavitud; o la opción de los dos espías: agarrarse a una vieja promesa, desempolvarla y marchar enfrentando al futuro con sus desafíos creyendo en Dios. Todo esto pensando siempre en dos asuntos: en primer lugar que quienes rehúsan al futuro estarán condenados al presente; y en segundo lugar que las decisiones colectivas o individuales afectaran a las presentes y futuras generaciones[3].      Fin.


[1] TOFLLER, Alvin, El shock del futuro. Plaza & Janes-Barcelona, 1979, p 17.
[2] CROATTO, José, Historia de salvación: la experiencia religiosa del pueblo de Dios. Verbo Divino-Estella (Navarra), 2000, p 82.
[3] El libro de Deuteronomio empieza con un aire de sinsabor: lo que pudo durar 11 días duró 40 años. Así el camino más corto era el de la obediencia y la confianza en Dios (Dt 1:1-5).

4 comentarios:

  1. Pastor Jovanni, estuvo muy interesante..La forma como DIOS operaba en el antiguo testamento.. DIOS LO BENDIGA Y LO PROSPERE CADA DIA MAS!!..

    ResponderEliminar
  2. Le pediría encarecidamente; si pudiera hacer un pequeño estudio a cerca religiones.. mirándolo desde ámbito doctrinal. "religiones que se apegan a profecías y creen estar en una supuesta ´verdad´" (adventistas del 7° día)... c lo agradcria..

    ResponderEliminar
  3. Oportuno aliento hacia lo que viene, entre otras, con relación al proceso de paz en Colombia... Le creemos a los que no quieren soltar el presente o escuchamos la voz de Jesús, Príncipe de Paz...

    ResponderEliminar
  4. Oportuno aliento hacia lo que viene, entre otras, con relación al proceso de paz en Colombia... Le creemos a los que no quieren soltar el presente o escuchamos la voz de Jesús, Príncipe de Paz...

    ResponderEliminar