lunes, 19 de mayo de 2014

El retrato de mamá. I

El retrato de mamá. I
Prov 31:1-9
convozalta.blogspot.com/Jovanni Caballero 91
Héctor Lavoe cantaba una canción, “el retrato de mamá”, en donde cuenta la visita a la casa que su hermano ha heredado de la mamá y le dice: “Bien hermano vine a verte, no es para pedirte nada. Si aunque pobre estoy viviendo, Te agradezco la intención. Ese gran carro en la puerta, esta mansionada casa, dice lo que profesaste, es alta tu posición. Esta salita en que estamos, decorada a lo moderno; con sus cuadros que la adornan, cuesta todo un dineral”. La descripción es bastante cruda, pinta a un tipo frio, acomodado económicamente y dado al lujo y al derroche; lleno de posesiones. Pero, entre todas estas posesiones, falta una, la letra expresa: “No saques la cartera no es por plata que yo vengo, dime tú el retrato, de la vieja donde está. Pobre vieja, ella que tanto te quiso, que llegó hasta el sacrificio, para mandarte a estudiar”. La alusión aquí al retrato de la mamá no es solo física, la fotografía en la pared; sino también simbólica, la memoria de la madre y sus consejos. En la canción se puede percibir una ruptura entre el pasado, expresado en el retrato de la mamá, y el presente mencionada en la ausencia de dicho retrato. La ruptura no solo es temporal, también es moral. El olvido de los consejos de su mamá es su mayor tragedia y es lo que la canción critica.
            El texto objeto de esta reflexión, bien puede ser llamado “el retrato de mi madre” porque nos dice de entrada, en su encabezado: “Palabras de Lemuel, rey de masá[1], que le enseñara su madre” (v. 1). Todo el capítulo 31, incluyendo los versos sobre “la mujer virtuosa”, pretenden ser el recuerdo de las enseñanzas de la mamá de Lemuel y que él mismo nos cuenta[2]. Estamos entonces, como la naturaleza de la literatura sapiencial lo indica, ante un texto eminentemente pedagógico y didáctico[3]. Lemuel abre la puerta de su casa y nos permite entrar para ver el “retrato de su madre”, para hablarnos de los consejos que ha recibido en casa. Pero; ¿De qué se trata?, ¿Qué temas son ventilados en casa?, ¿Qué intenta trasmitirle este texto a sus lectores? Veámoslos. Después del encabezado, del editor del texto, vienen entonces las palabras de la señora madre, empieza exclamando con fuerza: “oh hijo mío”, “hijo de mis votos”; parece informar que Lemuel llega a ser hijo como resultado de un pedido a Dios, es concedido en una oración (Cp.1 Samuel 1:20-23)[4].  Los consejos entonces se dan en el marco de la vida piadosa, en el escenario de un hogar que sabe que “el principio de la sabiduría es el temor del Señor”.
                El primer consejo es para que evite la promiscuidad sexual: esta  actitud destruye a los reyes. Esta advertencia tal vez esté relacionada con la actitud de  David y Salomón y de cómo la lujuria les llevó al desquicio, al delirio, e incluso afecto la estabilidad de la nación (2 Sam 11-12; 1 Rey 11 Cp. Dn 5:2). Las apreciaciones actuales, desde la psicología o la sexualidad, al tema de la promiscuidad sexual y sus consecuencias, casi siempre versan sobre las ETS (enfermedades de trasmisión sexual), pero no tratan la moralidad, la dignidad humana y las consecuencias políticas y sociales de dicha conducta; como si la genitalidad estuviese divorciada del desarrollo humano y social. El hecho es que a Lemuel se le manda a revisar la historia, a valorarla y a sacar conclusiones (Cp. 6:20-7:27). El segundo consejo es para que evite el vino: este lesiona la memoria y hace pervertir el derecho para hacer justicia a los pobres. Se le llama a que sus acciones se den en el marco del sano juicio, con una mente sobria. Se ha dicho que el alcohol es la droga de mayor consumo en Colombia y en el mundo; aporta el 4,5% de la carga mundial de morbilidad representada en años de vida ajustados por discapacidad. El uso nocivo de alcohol es una noción amplia que abarca el consumo de alcohol que provoca efectos sanitarios y sociales perjudiciales para el bebedor, para quienes lo rodean y para la sociedad en general. En Colombia se está volviendo recurrente encontrar a servidores públicos y líderes políticos protagonizando incidentes porque manejan borrachos. Esto es de entrada una perversión del derecho. Hay una relación entre la perversión de la justicia y el abuso del alcohol.
            El tercer consejo, expresado en forma positiva, habla de lo que debe ser la tarea del rey: se expresa dos veces en la acción de “abrir la boca” (vv. 8-9). El deber del rey es el de ser vocero de la justicia en favor de aquellos desafortunados, pobres y necesitados. El rey, siendo abogado del pobre y del necesitado, ha de defender y juzgar rectamente a los “inferiores” en la sociedad. El rey es la voz de aquellos que no tienen  voz, es el abogado del pobre y del necesitado, evitando así que la ley se “vuelva de ruana” y pierda su carácter universal y totalizante. Se nota aquí la dependencia del Deuteronomio en lo tocante al perfil del rey y la necesidad de que este le de paso al imperio de la justicia y la rectitud (Dt 16:18-20; 17:14-20). El poder embriaga, seduce y cautiva; debe usarse para el bien de los demás y no para la promoción personal. Continuará.


[1] Otra posible trad., rey, la profecía que.
[2] La alusión a la mamá del rey debe ser entendida aquí a la luz de la “gebirá: madres de reyes y reinas”. PIKAZA, Javier. Mujeres de la Biblia Judía. Clie-Barcelona,  2013, p 164.
[3] El texto está compuesto por cuatro cuartetos con paralelismo sinónimo.
[4] Lemuel puede significar “consagrado o dedicado a Dios”.