martes, 11 de marzo de 2025

LA IGLESIA MUNDANA

 

LA IGLESIA MUNDANA.

1 Juan 2:15-16

convozalta.blogspot.com/Jovanni Caballero 213

Suena extraño, ¿cierto? Claro, siempre hemos pensado que lo “Mundano” está afuera. Pero no, lo Mundano será siempre una tentación permanente entre nosotros. Ahora, a menudo oímos a personas que declaran: La Biblia dice que "no debemos amar al Mundo". Están en lo cierto, el problema es que a veces se asocia "amar al mundo" con asuntos cosméticos. La idea es no "hacer nada que hagan los no creyentes". Y la lista de prohibiciones van desde vestir con falda las mujeres, hasta de piyama, usar corbata los hombres hasta en la playa, no ir al cine, no jugar futbol, no escuchar música secular (aunque si se podía ver tele series y ver películas de Hollywood), no bailar, no beber alcohol (solo el vino de la santa cena), no fumar (ese es el pecado imperdonable), no ponerse un tatuaje, etc. Creo que el texto apunta hacia otro lado, hacia una realidad más profunda, más allá de que ropa me pongo o de la música que escucho.     

            Un texto clásico para esta advertencia es 1 Juan 2:15-16. La palabra "Mundo", viene del griego “kosmos” y tiene tres acepciones en el Nuevo Testamento. 1. “Kosmos” como humanidad (Jn 3:16); 2. “Kosmos” como creación (Hech 17:24); 3. “Kosmos” como sistema de valores que se opone a Dios (Sant 4:4). Desde esa última acepción Juan dice: “No amen el mundo… todo lo que hay en el mundo, los deseos (epithumia) de la carne (sarkós), los deseos (epithumia) de los ojos y la vanagloria de la vida (alazoneia) no proviene del Padre…”. Según el autor, esta trinidad es propia de vivir en el mundo, es, por decirlo así, la Trinidad del mal.

Veamos.

1. LOS DESEOS DE LA CARNE. Epithumia (o deseo), no es una palabra intrínsecamente mala, en otras partes es usada como un deseo intenso (Lucas 22:15): “Cuanto deseo (epithumia) celebrar con ustedes esta Pascua”. Sarkós, carne o carnal, no significa tampoco únicamente “Deseos sexuales”. Es un término mucho más amplio. En 1 de corintios se usa “sarkós” y “sarkikós”, carnal y carne, para describir la inmadurez del hombre y mujer que vive peleando y teniendo envidia del otro. (1 Corintios 3:3). Sarkós, es la dimensión moral de aquel o aquella que vive de espaldas a Dios y sobre todo de espaldas o en contra del prójimo.

2. LOS DESEOS DE LOS OJOS. La Epithumia (o el deseo) de los ojos, es la avaricia, el deseo incontrolable de querer tener más y no compartir. Jesús, hablando de la misericordia y del cuidado de no caer en la avaricia, advirtió del “ojo malo” que puede condenar a toda la persona a vivir en oscuridad. (Mat 6:23). El “ojo malo” era un semitismo, aparece en Proverbios 23:6: “No comas con el hombre avaro”, en el hebreo dice: “no comas con el hombre de ojo maligno”.

3. LA VANAGLORIA DE LA VIDA. La Alazoneia, que es traducida como “vanagloria”, es una palabra griega antigua que viene del “alazon”, que era el charlatán del mercado que ofrecía productos que prometían mucho y no servían para nada. La palabra luego se usa para describir a aquellas personas que dicen vivir algo que no son, o aquellos que dicen tener lo que no tienen.

            Ahora, hacer una exégesis de estos términos es una parte. Para entender más claro, hay que ver el contexto. El capítulo 2 y toda la carta de Juan, advierte sobre el odio solapado de hermanos de iglesia, que diciendo amar a Dios no amaban al prójimo. En la carta de Juan cabe notar que aparece muchas veces la palabra “Dikaoiosunen” (hacer justicia). Término que viene del hebreo “zedaqá”, que es buscar ayudar al otro, hacer justicia al más frágil, salvar al que no puede hacerlo por sus fuerzas, ser justo con los demás. Aparece también en Juan, en el mismo capítulo 2, la frase, “hermanos, el que dice estar en luz, pero odia a su hermano, está en tinieblas… Y está cegado de sus ojos”. Así que, tanto el contexto de la carta como las palabras y su uso en otros escritos, “amar al mundo”, para Juan es ser movido por valores que atentan contra las relaciones de amor que debe haber en la comunidad.

            Siendo honesto con el texto Bíblico, para estos autores, vivir en el mundo es otra cosa. Si estuviera vivo Juan nos diría posiblemente esto: “Si te jactas de no ir a una fiesta, de no haber bebido ninguna copa de alcohol o de no haber probado un cigarro, pero eres envidioso, celosa, chismoso, rencillosa, enjuiciador, avaro, que vives con mucho más de lo que necesitas sin interesarte la necesidad de otros, sino que vives para tu propio consumo ilimitado, si vives mostrando más de los que eres… te tengo una noticia, aunque nunca hayas pisado un antro nocturno, tú amas y vives en el Mundo”.

Bailar puede ser una actividad mundana, tener sexo mal entendiendo su propósito puede ser una actividad mundana; incluso orar, predicar o estar en una iglesia puede terminar siendo una actividad mundana, cuando me olvido de los valores fundamentales del Evangelio que son: El amor, la misericordia y la justicia. 

            LA IGLESIA MUNDANA.

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sábado, 8 de febrero de 2025

LOS PROFETAS: CONCIENCIA CRÍTICA Y UTÓPICA DE ISRAEL.

 

LOS PROFETAS: CONCIENCIA CRÍTICA Y UTÓPICA DE ISRAEL.

Pequeña introducción a la lectura de los Profetas

convozalta.blogspot.com/Jovanni Caballero 212

¡Ah, los profetas! Esos rebeldes y contestatarios; esos insurrectos que, únicamente usando el arma de la voz, se enfrentaron al mundo; no se sometían a nadie, se debían solo a Dios. Y, por esto eran temidos por los establecimientos políticos y religiosos. Se dice, por ejemplo, que Isaías murió aserrado durante el reinado de Manases: Al poder no le gustó el mensaje. Los profetas denunciaban con sus voces, eso que Brueggemman llama: “La ideología dominante”. Eran soñadores, anunciantes de “Otro mundo posible”.

Desde la crisis del exilio que vivió el Pueblo de Israel, reino del norte y reino del sur, a los Profetas se les clasifica como: Pre-exílicos, Exilicos y Pos -exilicos. El mensaje de los profetas Pre-exílicos se centra en advertirle al pueblo sobre la necesidad de revisar la vida, arrepentirse, para no “perder la tierra”, esto es: vivir el éxodo al revés; ya en el exilio, el mensaje de los profetas exílicos se centra en el consuelo y la esperanza para un pueblo fracturado por la crisis (surge aquí la idea de la esperanza mesiánica) y, el mensaje de los profetas Pos-exilicos se ubica en la necesidad de la reconstrucción después de la tragedia. También se les clasifica como escritores y no. Dentro de los escritores, todos aquellos cuyos libros llevan sus nombres; no escritores, Elías y Eliseo, por ejemplo.

                El profeta no es el que “adivina el futuro”, el profeta es el que lee e interpreta críticamente su presente, desde esa lectura hace proyecciones (“acontecerá, sucederá”). Diríamos hoy: crítico social. Arroja insumos necesarios para saber cómo debemos vivir en sociedad. Fee & Stuart dicen que tan solo el 5% de todo el material profético es predictivo (tiene que ver con el futuro), lo demás, el 95%, tiene que ver con asuntos del presente del profeta y de sus realidades. El profeta es un “indignado social”, su indignación arroja hoy las rutas necesarias para una autentica espiritualidad profética. No obstante, en la espiritualidad cristiana, dice Pagola, “hay demasiados cantos y pocos gritos de indignación, demasiada complacencia y poca nostalgia de un mundo más humano, demasiado consuelo y poca hambre de justicia.”

El profeta aparece, cómo crítico, en contra peso al poder de la monarquía, de los reyes. En los libros de los reyes, por ejemplo, la mayor cantidad de material está dedicada al mensaje de los profetas, como una invitación a leer críticamente al poder. Debemos leer a los reyes con “ojos de profeta”, con conciencia crítica. El profeta se presenta con una visión alternativa de la sociedad fundado en la “justicia social”. La gente dice: “Dios quita y pone reyes”, y si (no tan aplicable en modelos políticos democráticos), pero olvidan que por cada rey había un profeta que lo criticaba, que lo invitaba a la conversión: Saul tuvo su Samuel, David tuvo a su Natán y Acab tuvo su Elías. ¿Por qué creen ustedes que los profetas no eran populares?

“Tus cultos me dan asco”, denuncia Isaías. Los profetas fueron grandes críticos de la piedad que solo se queda en la formula correcta, el sacrificio correcto, pero que no “se sacrifican” por los demás. Una razón: siempre será más fácil decirle a Dios “en adoración” que lo amamos, pero, será siempre será más difícil decirle al hermano, en donación y servicio, que lo amamos. Siempre será más fácil amar a Dios, cumplir con el rito. Por esto, dos asuntos: 1). En la Biblia no puedes llegar a Dios ignorando o saltándote al prójimo; 2). Dios quiere ser amado y servido en los demás. “Pedro, ¿tú me amas?... entonces vive para los demás”. No puedes adorar al que “está sentado en el torno”, ignorando al que “está sentado a tu lado”. Los profetas denuncian a esos que son “buenos para amar a Dios”, pero malos con el amor al prójimo. El profeta Isaías denuncia a los que acumulan tierra, a los terratenientes, les dice: “¿es que ustedes quieren vivir solos en el mundo?” Denuncia también a los que justifican el mal, a los que llaman a lo malo bueno, a los que justifican la violencia. Denuncia los sobornos, a los que venden la justicia, a la corrupción.

Los profetas no eran sacerdotes, a excepción de Ezequiel. Los sacerdotes eran “protectores” de las “cosas sagradas” (templo, ritos, etc); el profeta era un defensor de los “valores sagrados”: la vida humana, la justicia, el pobre, la misericordia, etc. Ellos carecían de una virtud que nosotros tenemos en demasía: “La prudencia” (camuflada a veces con indiferencia, comodidad, miedo o apoyo al orden presente de cosas, sistema, para el evangelio, “el mundo”). De ahí la diferencia entre la espiritualidad profética, y la espiritualidad sacerdotal. Jesús se matricula en esta última.

A través de la Denuncia de la injusticia, del anuncio de la salvación (esperanza) y la invitación a la conversión, los profetas soñaban un mundo distinto, uno donde todas las fuerzas contrarias se unieran en un gran abrazo de hermanada y fraternidad. Isaías se imagina un mundo en donde la Paz es tal, que ni siquiera entre los animales habrá violencia: “estarán juntos el lobo y le cordero y un niño los guiará”, afirma. Una Vaca y una Osa criaran juntas a sus hijos. El niño podrá jugar en la cueva de la serpiente, ¿se imaginan eso? Ni los sueños más locos de la humanidad llegan a tanto. Un mundo donde las armas de guerra, espadas, arcos y flechas, se convertirían en instrumentos para labrar la tierra.

¡Ah, cuanta falta hacen por aquí esos vagabundos desadaptados!

FIN, O, POR FIN.

 

jueves, 30 de enero de 2025

DIOSES, AGUA Y GIGANTES

 

DIOSES, AGUA Y GIGANTES

Notas, en borrador, para “una” lectura de Genesis 6

convozalta.blogspot.com/Jovanni Caballero 211

La lectura de los primeros versos de Génesis 6 es compleja. Pero, “lo que resulta problemático para nosotros hoy, fue un mensaje entendible para su auditorio original ayer”.  Aquí, unas notas para "una lectura".

1. En literatura, escultura y pintura, a las personas importantes, se les describe, esculpe y pinta, muchas veces, con rasgos agrandados para enfatizar su fuerza, su poder o importancia (la hipérbole y la exageración son recursos importantes en la comunicación). Así se hace con Gilgamehs, Rey de Uruk. Tal como aparece en la imagen ampliamente difundida. Se puede notar en la imagen que lo representa: Un león sometido con su brazo derecho y una serpiente con el izquierdo, y que estos son pequeños comparados con Gilgamesh. Muy importante esto para comprender un poco el lenguaje y propósito del texto.

2. La frase "Hijos de Dios" se usaba para nombrar también a los reyes (Salm 2; 2 Sam 7:14; 1 Rey 11:3). Así, la diferencia entre “los hijos de Dios y las hijas de los hombres” no es de "confesión religiosa"(unos creyentes, y las otras, no), sino una categorización social y política: Los hijos de Dios (reyes y gente poderosa), y las hijas de los hombres, gente de a pie, estas últimas, la gente de la tierra. Campesinos (tal vez).

3. Se sugiere aquí una crítica a Salomón y sus políticas. Considerando una redacción de estos textos durante el reino unido y otra en el exilio. ¿A cuántas mujeres hermosas del campo no habrá mandado a buscar, a la fuerza, Salomón para su Harén? Y es esta forma de proceder la que "Desagrada a Dios".

4. La palabra "Gigantes" (también héroes), eran hombres de mucho poder y que infundían miedo, es un poder asociado a la fuerza militar (Num 13:13; 1 Sam 17:4-8). No son aquí héroes o gigantes en términos mitológicos y legendarios, sino en términos de poder militar. La asociación con “ángeles” la va hacer, siglos después, el libro de Enoc.

5. Salomón, "un hijo de Dios", hace alianza poderosa con los "Gigantes" (Los Nephilim), hombres de guerra, para llevar a cabo sus políticas contra el pueblo. Hay más política en Genesis 1-11de lo que uno piensa y cree (Para asuntos de Redacción y Política ver: The Genesis of the Bible GARY A. RENDSBURG. Inaugural Lecture of the Blanche and Irving Laurie Chair in Jewish History. October 28, 2004).

6. La relación entre los "hijos de Dios" y los "Gigantes", no es biológica ni genética, como se ha sugerido (que los Gigantes son producto de la unión sexual); sino ideológica y política, como ya lo afirmé.

7. Lo que ocasiona el Diluvio, no es la mezcla de razas, como afirman algunos, sino la violencia política y social, lo que si afirma claramente el texto. Aparece una palabra por primera vez en la Biblia hebrea, “la Hamas”, la violencia, la vuelta al caos (Gen 6:11). En la epopeya de Atrahasis, el diluvio es el resultado de la ira de los dioses, pues, la bulla que hacían los hombres, no los dejaba descansar.

8. El mito Babilónico del Diluvio, El Gilgamesh, si está como telón de fondo, el autor, lo conoce (Como también conoce el del Enuma Elish, sobre la Creación), pero, hace una adaptación política de este para su pueblo y su momento.

9. Pregunta Daniel Yabrudy, “el Dani”, ¿aja y nosotros? Y el responde a modo de “Aplicación”: “Según lo que hemos visto, hoy siguen existiendo Nephilim: Personas que han acumulado poder, dinero e influencias y se enseñorean sobre otros. Incluso, nosotros mismos podemos ser Nephilim, si desde el lugar donde el Señor nos ha permitido estar, agobiamos y nos engrandecemos sobre nuestros prójimos, si pasamos por encima de ellos… la intención de esta parte de Génesis no es dar una razón histórica de que existieron seres con capacidades sobrehumanas, sino que, aún sobre esos que creen estar por encima de los demás, está el Señor”.

 Y, terminaría yo, muchos “Hijos de Dios”, esto es, aquellos que, pretendiendo hacer el trabajo de Dios, el servicio a los demás, usan su posición para “servirse de los demás”. Afirma Zizek: “Si Dios existe, todo está permitido”. El filósofo invierte la frase de Dostyevski ante la crueldad humana: “Si Dios no existe, todo está permitido”, para criticar la justificación del fundamentalismo religioso y su violencia. Dijo Sánchez Baute: “Líbranos del bien”.

FIN.

 

lunes, 23 de septiembre de 2024

EL DÍA QUE DIOS SALIÓ A MATARME

 

EL DÍA QUE DIOS SALIÓ A MATARME.

Ex 4:24-26

convozalta.blogspot.com/Jovanni Caballero 210

Hola, buenas, soy Moisés, y trataré de explicarte aquí un texto difícil de entender, pero, que hace parte de sus Biblias. Qué bueno que se incluya ese texto paradójico y contradictorio porque creo que, de una u otra manera, la Biblia es como sus escritores y protagonistas: llena de paradojas y contradicciones, asuntos estos que ustedes, con sus mentes modernas, quieren a veces evitar en vez de “celebrar y asumir”. Vamos por punto.

 1. El texto hace parte de un bloque literario más amplio que en la Biblia tienen un nombre específico: se les conoce como “Relatos de Vocación” (Is 6:1-12; Jer 1:1-10; Hech 9:1-22). Estos tienen básicamente dos propósitos: 1). Legitimar ante la comunidad a la cual se escribe el liderazgo de la persona sobre la cual se cuenta, 2). Entender las vocaciones individuales en el marco de la misión de Dios para Israel y las naciones, es decir, el llamamiento individual existe en virtud de un plan global. Y aquí entra mi “Relato de Vocación”, está en Éxodo capítulos 2-4. Aquí, antes de convertirme en “Liberador”, tengo que ser Liberado.

 2. Y ahí, ya casi al final del relato y como “elemento paradójico y contradictorio”, está el “bendito texto”, fruto de esa “oscura experiencia”. Así lo pone el editor: “Y aconteció en el camino, que en una posada el Señor le salió al encuentro, y quiso matarlo. Entonces Séfora tomó un pedernal afilado y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre. Así le dejó luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre, a causa de la circuncisión (Ex 4:24-26).

 3. Si ustedes quitan ese relato, estos versículos, de sus Biblias, la narración no pierde sentido; esto se llama en narración, “una Digresión literaria”: consta de una interrupción del argumento que luego el autor retoma.  Lo que parece extraño es, todo ese trato de Dios conmigo-desmontar mis miedos y librarme de la culpa- para después “asesinarme”, tendríamos que preguntarnos, ¿qué clase de Dios es este? ¿A qué juega? Barbaglio va a preguntar: “¿Dios violento?”, en su trato del “Bifrontismo” del Dios en el Antiguo Testamento.

 4. Mira, venía yo de donde mi suegro, con su bendición y la de Dios, y nos quedamos en un lugar para pernoctar o pasar la noche. Me acosté super cansado después de una larga jornada, y de repente, no sé y en un sueño o despierto, me encuentro luchando con alguien y Séfora, me dice después, que me escuchaba decir: “No me vayas a matar, Señor; no”. Y musitaba: “circuncisión, si, circuncisión”.  Séfora ve mi agonía, corta el prepucio de mi hijo y lo pasa por mis genitales, como señal de “mi circuncisión”. Y me desperté cuando ella me dijo: “Eres para mí un marido de sangre”. Recuerden que para nosotros la sangre era un indicador de pacto y vida, el pueblo que pasa por el Mar es después “rociado con sangre”. Me gusta pensar que Séfora dice: “eres para mi alguien que ha pasado por una experiencia dolorosa de transición y que hoy tiene vida”.

 5. Así, esta experiencia cierra para mí el relato de vocación, necesitaba ser confrontado, simbólicamente, por esta experiencia de muerte y vida, la que encierra la circuncisión; aunque yo mismo diga después que la circuncisión más importante no es la del Pene, sino la del Corazón (Dt 30:6). Jeremías e Isaías, en sus llamados, tuvieron experiencias similares (Jer 1:6; Isa 6:7).

 6. Yo sé que está explicación no “responde todas las preguntas” sobre este sucedo, pero, este episodio hacía parte, en el mundo antiguo, de “experiencias o ritos de transición” y, es similar a la que, en la oscuridad también, vivió el abuelo Jacob. Se supone que, después de eso, simbólicamente, amanece un nuevo día.  Por eso, la idea no es “Desmitologizar” la Biblia, como pensó la Teología Liberal del pasado siglo; lo que hay que hacer es “Remitologizar” la Biblia, es decir, resaltar su imaginería y carácter simbólico. ¿Te extraña esto del “Dios que sale a matar”? Pues, ustedes los cristianos también creen algo similar y tienen ritos de transición, experiencias simbólicas de muerte. Si.

 7. Por ejemplo: La misma figura y experiencia bautismal, es una experiencia de muerte y resurrección (Rom 6; Gal 2:20). Esta figura, de muerte como paso y transformación, es común en varias espiritualidades y religiones. Así, Jesús no murió para que tu no murieras, murió para enseñarte como atravesar la muerte y ser transformado. En Jesús, DIOS-como me pasó a mi-sale para MATARTE.       Fin.

           

miércoles, 24 de julio de 2024

¿MUJERES DIABÓLICAS?

 

¿MUJERES DIABÓLICAS?

1 Tim 3:6,7,11.

convozalta.blogspot.com/Jovanni Caballero209

Tres veces menciona Pablo al “Diablo” en 1 Timoteo 3, dos menciones evidentes y, una, no tanto (vv. 6, 7 y 11). La idea del diablo aquí merece un trato especial. ¿De dónde saca el apóstol esta idea? La palabra diablo significa “calumniador” del griego, diábolos (vv. 6, 7), y va a ser usada por Pablo más adelante en este mismo texto para hablar a las mujeres: no calumniadoras (v. 11), o literalmente no “diabólicas”. Entonces el texto puede hacer referencia, en primer lugar, a un uso de diablo como adjetivo, no como sustantivo o nombre propio del que se opone a Dios, es decir, está diciendo que el líder inmaduro que se llena de orgullo cae en descredito porque va a ser acusado y juzgado por calumniadores: “¡miren a ese líder! ¡Porque tienen a una persona como esa ahí!”, diría el que calumnia. De esta manera cae en juicio de un calumniador. Dia-ballo”- término que está relacionado con “diabolé”: separación, desacuerdo, acusación- es la antítesis de “symballo”: unificar, reunir armoniosamente, juntar lo que estaba esparcido y fragmentado para dar lugar a algo bello, verdadero y bueno.

Ahora, muchos han afirmado que la condenación del diablo a la que Pablo se refiere aquí, o la trampa del diablo más adelante (v. 7), tiene que ver con el orgullo, “el pecado del Diablo”, no obstante, no hay ninguna referencia Bíblica que nos diga que el Diablo pecó por orgulloso. Esta es más bien una afirmación teológica y una interpretación “Popular” de texto de Isaías (14) y Ezequiel (28), donde se supone que en estos se habla del Diablo y no de los reyes ahí mencionados. Sugiero que la decisión se tome por exegesis profundizando en la forma en la que Pablo usa el término, además de otros usos incluyendo el uso del AT. De esta manera la decisión será más limpia y libre de presupuestos Teológicos.

El uso, creo, es en primer lugar adjetival, es decir: el líder debe tener buen testimonio de los de afuera porque esto lo protege de los reproches del calumniador; esta forma de ver esta acorde con el carácter irreprensible del líder, idea central del texto. En segundo lugar, el uso de diablo puede tener la idea de nombre propio. Es decir, hacer referencia a ese ser que nos acusa frente a Dios. La idea es como sigue: la LXX (traducción griega del AT), usa la misma palabra, diablo, que Pablo usa aquí en este texto para hacer referencia al calumniador de los santos.

Es el texto de Zacarías (3:1) que ilumina más este asunto: El sacerdote Josué está a punto de ser acusado por el diablo, Dios viene en su ayuda y cambia sus vestiduras, lo limpia. Esta es mi interpretación: el carácter, (que Pablo describe), es la vestidura que Dios provee, en un acto de Gracia, para proteger a su “líder” de las acusaciones. De esta manera, la mejor forma de protegerse no es escondiéndose, apartándose, sino vivir la vida expuesta públicamente con el carácter, la vestidura de Dios. Esa es la forma que Dios ha provisto para defenderte, sino la tienes, quedas expuesto al acusador. Aquí no vale reprender, ungirte, u orar. En pocas palabras, la única protección que tienes frente al Diablo y los diablos es tu carácter; ocúpate de tu carácter que de tu reputación se encarga Dios. Ocuparse del carácter genera trasparencia y humildad; vivir de la reputación, produce máscaras y fariseísmos.

Por último: Pablo le dice a Timoteo: "Que las mujeres no sean calumniadoras" (1 Tim 3:11). La palabra griega para "Calumniadoras" es "Diábolos", que el 3:7 traduce como "Diablo": "no caiga en la condenación del Diablo". Siguiendo esta línea, se debía traducir, el verso 11, literalmente así: "que las mujeres no sean DIABÓLICAS". ¿Qué es lo que determina que el traductor tome esa decisión teniendo el mismo término griego, "Diábolos"?

Lo DIABÓLICO no es la máscara deformada que te pones (el 31 de octubre, por ejemplo), lo DIABÓLICO es la deformación de la dignidad del otro a través de la calumnia y la difamación. Lo Diabólico no es la máscara horripilante, sino el alma sucia.  No obstante, lo que quería decir era esto: toda traducción es una Interpretación. ¿MUJERES DIABÓLICAS? Si, pero también hombres; lo Diabólico, no distingue género: todos nos podemos poner algún día el estrado de los jueces, en la silla de los acusadores.

Nota: Nota: Israel no siempre pensó "lo diabólico/satánico" de la misma manera, en el AT, no existe el concepto teológico de un ser antagónico a Dios. En Job, por ejemplo, "El satanás" es una función en una corte. Es, según se cree, en contacto con la cultura persa (El zoroastrismo), en el exilio, donde se "configura" lo "diabólico"; ellos, los persas, si tenían ese "dualismo" regio. Por esto, tal vez, un texto pre-exílico diga que "Dios impulso a David a hacer un censo", y un texto pos-exílico, diga que "fue el diablo el que llevo a David al asunto".

jueves, 9 de mayo de 2024

LA NARIZ DE DIOS (3)

 

La nariz de Dios (3)

Las ofrendas levíticas ayer y hoy

Lv 3:1-16

convozalta.blogspot.com/Jovanni Caballero 208

El libro de Levítico, aunque a primera vista, dadas sus extrañas categorías y lenguaje, parezca distante para el creyente, es el “Manual para el adorador”. Marcando rutas claras para la celebración de la fe, el texto enseña cómo acercarse a Dios y no fallar en el intento. Ahora, es necesario ubicar el tema de las ofrendas en, al menos, cinco marcos o escenarios. Pero espera, antes, una novedad: El termino general para ofrenda aquí es el hebreo “Korban” (Lev 1:1), que significa “acercarse”. En ese tiempo se suponía que los dioses eran distantes, indiferentes, exigentes y con una necesidad constante de ser “apaciguados”. Pero, a este Dios te puedes acercar. Seguimos.  1). Marco histórico y soteriológico: el evento del éxodo. Los receptores del texto son las personas del pueblo de Israel que han salido de Egipto a través del evento del éxodo (Ex 1-15). De esta manera las ofrendas no son para salvación, son la respuesta del pueblo hacia Dios que los ha salvado o liberado. No se busca ganar el favor de Dios, sino responder a sus favores. 2). Marco geográfico: el monte Sinaí. El pueblo está ubicado geográficamente en el monte Sinaí, allí Dios lo llama a establecer con él un pacto, le da los mandamientos y el tabernáculo (Ex 20:24; Lv 26:46; 27:34).  3). Marco litúrgico: el tabernáculo[1]. El pueblo celebra la presencia de Dios simbólicamente localizada en el tabernáculo, pero experimentada en cada área de la vida diaria.

4). Marco cultural y religioso. Lo más seguro es que los rituales sacrificiales de Israel tuvieran paralelos en los pueblos cananeos vecinos a Israel. Es lo más normal pues era la usanza antigua para la reconciliación y el culto. Israel, rodeado por culturas paganas que veían el culto como un asunto contractual, debe entender que Dios no es manipulable, que no puede relacionarse con Dios según el principio del do ut des (te doy para que tú me des). Y es que “Dios sólo puede ser el objeto de nuestro culto si primero es el sujeto que nos da el culto… los paganos se imaginaban un culto esperando ganarse el favor de los dioses por medio de él. El culto de los hebreos era una respuesta a lo que Dios ya había hecho por ellos”[2]. 5) Marco estructural y literario. Ubicamos aquí los capítulos 1:1-7:38 dentro de la estructura literaria del libro. Las palabras iniciales de este libro indican su relación con Éxodo. En este último, Dios habla desde la montaña. En el Levítico, desde el tabernáculo. Éxodo termina con su dedicación del tabernáculo y Levíticos empieza con la adoración en el tabernáculo. Estos primeros capítulos, 1-7, nos presentan el “Manual del sacrificio” mostrando la forma en la que el pueblo puede disfrutar de la presencia de Dios. Veamos el texto de la tercera ofrenda en detalle en tres momentos.

Primer momento, la ofrenda que se pide: La ofrenda de paz, v.1. El nombre hebreo para este sacrificio (selamím) se deriva de la raíz “shalem”, que significa “estar completo, o entero” y, por lo mismo, está relacionado con shalom, el término para totalidad, bienestar y paz. La ofrenda es voluntaria. “…las ofrendas voluntarias (Lv 1-3) por estar puestas en primer lugar, son las más importantes y muestran la espontánea y gratuita relación de Dios con el israelita”. “Cuando alguien”. Esto se refiere a cualquier ser humano, hombre o mujer, y al extranjero que mora entre ellos. Es de carácter inclusivo. Segundo momento, el ritual que se realiza, vv.2-17.  El capítulo está dividido en tres secciones, de acuerdo con la clase de animal que se traía para el sacrificio: ganado vacuno (vv. 1-5), ovejas (vv. 6-11), o cabras (vv. 12-17). La parte práctica del ritual era la misma que la del holocausto. Las principales diferencias en relación con el holocausto eran, primeramente, que eran aceptables tanto animales machos como hembras (sin defecto) y, en segundo lugar, sólo las partes grasosas (sebo) se quemaban sobre el altar (es decir; el sebo, los riñones, el sebo que cubre el hígado, y el sebo de la cola de las ovejas, vv. 3 s., 9 s., 15). El rito consta de seis momentos: 1). Presentación de la víctima, 2). Colocación de la mano sobre la cabeza del animal, 3). Sacrificio o muerte, 4). Manipulación de la sangre, 5). Ofrecimiento de la grasa, 6). Incineración de la grasa. Tercer momento, la aprobación que se da, vv. 5,16.  Cada sección termina exactamente con la misma frase, describiendo la ofrenda como de grato olor al Señor.

Ahora, algunas implicaciones: El sacrificio de paz no era una ofrenda para “reconciliarse” con Dios (este era el propósito de la ofrenda por el pecado de Levítico 4). La ofrenda de la paz era un sacrificio que llevaba a participar de una comida de compañerismo. Por lo mismo, incluía una dimensión vertical (dado que tenía los mismos ritos expiatorios de la sangre y el holocausto), así como una dimensión horizontal (dado que cimentaba las relaciones humanas). Por lo mismo, este tipo de ofrenda era más apropiado como una expresión de aquello que era esencial en la relación de pacto entre Israel y Dios. En un sentido, era una comida sacramental, con aspectos similares a la comida que está en el centro del nuevo pacto: la cena del Señor. Jesús se refirió a esa comida como “el nuevo pacto en mi sangre”, lo cual hace eco de Ex 24:8, donde las ofrendas de paz estaban incluidas en los sacrificios que sirvieron para sellar el pacto en Sinaí. Pablo afirma a los efesios que Cristo los reconcilio haciendo la paz mediante su cruz (Col 1:20-22; Ef 2:11-20).

La adoración cristiana, especialmente el servicio de la Cena, debiera ser motivo de gozo y de preocupación social. Por ello, es posible que el autor de hebreos haya tenido en mente la ofrenda de paz cuando exhortó a los cristianos a no olvidarse “de hacer el bien y de compartir lo que tenéis, porque tales sacrificios agradan a Dios” (Heb 13:16). Es interesante notar también que Pablo insiste en la dignidad personal en vía de preparación para la cena del Señor (de la misma manera que la purificación ritual era requerida para los israelitas que participaban en la comida-ofrenda de paz; 1 Cor 11:27-31; Lev 7:20), así como también en la armonía social y consideración por los pobres en la comunidad (1 Cor 11:18-22). La ofrenda de paz incluía, en términos generales, varios propósitos: 1). Expresar gratitud (7:12; Salm 115; 1 Rey 8:63), 2). Confirmar un voto (27:2). 3). Fortalecer la comunión con Dios y con los demás. La tradición rabínica posterior, dice De León Ascarate, recalcará el sentido solidario y universal de los sacrificios de comunión o paz: R. Yejudáh dice: “Todo el que ofrece sacrificios pacíficos, ofrece paz para el mundo” (Midrás Sifra, Pirqa’ 16: Lv 3:1).     

Continuará.



[1] Afirma Andiñach: “La flamante tienda se inaugura con las instrucciones para los rituales y ofrendas, y destaca el lugar de privilegio que tienen en la vida del pueblo y en la relación con Dios”. ANDIÑACH, Pablo R. Introducción hermenéutica al Antiguo Testamento. Verbo Divino-Estella Navarra, 20014, p. 124.

[2] Citado por KUEN, Alfred. Renovar el culto. Clie-Barcelona, p.14.

jueves, 2 de mayo de 2024

LA NARIZ DE DIOS (2)

 

La nariz de Dios (2)

Las ofrendas levíticas ayer y hoy

Lv 2:1-16

convozalta.blogspot.com/Jovanni Caballero 207

El libro de Levítico, aunque a primera vista, dadas sus extrañas categorías y lenguaje, parezca distante para el creyente, es el “Manual para el adorador”. Marcando rutas claras para la celebración de la fe, el texto enseña cómo acercarse a Dios y no fallar en el intento. Ahora, es necesario ubicar el tema de las ofrendas en, al menos, cinco marcos o escenarios. Pero espera, antes, una novedad: El termino general para ofrenda aquí es el hebreo “Korban” (Lev 1:1), que significa “acercarse”. En ese tiempo se suponía que los dioses eran distantes, indiferentes, exigentes y con una necesidad constante de ser “apaciguados”. Pero, a este Dios te puedes acercar. Seguimos.  1). Marco histórico y soteriológico: el evento del éxodo. Los receptores del texto son las personas del pueblo de Israel que han salido de Egipto a través del evento del éxodo (Ex 1-15). De esta manera las ofrendas no son para salvación, son la respuesta del pueblo hacia Dios que los ha salvado o liberado. No se busca ganar el favor de Dios, sino responder a sus favores. 2). Marco geográfico: el monte Sinaí. El pueblo está ubicado geográficamente en el monte Sinaí, allí Dios lo llama a establecer con él un pacto, le da los mandamientos y el tabernáculo (Ex 20:24; Lv 26:46; 27:34).  3). Marco litúrgico: el tabernáculo[1]. El pueblo celebra la presencia de Dios simbólicamente localizada en el tabernáculo, pero experimentada en cada área de la vida diaria.

4). Marco cultural y religioso. Lo más seguro es que los rituales sacrificiales de Israel tuvieran paralelos en los pueblos cananeos vecinos a Israel. Es lo más normal pues era la usanza antigua para la reconciliación y el culto. Israel, rodeado por culturas paganas que veían el culto como un asunto contractual, debe entender que Dios no es manipulable, que no puede relacionarse con Dios según el principio del do ut des (te doy para que tú me des). Y es que “Dios sólo puede ser el objeto de nuestro culto si primero es el sujeto que nos da el culto… los paganos se imaginaban un culto esperando ganarse el favor de los dioses por medio de él. El culto de los hebreos era una respuesta a lo que Dios ya había hecho por ellos”[2]. 5) Marco estructural y literario. Ubicamos aquí los capítulos 1:1-7:38 dentro de la estructura literaria del libro. Las palabras iniciales de este libro indican su relación con Éxodo. En este último, Dios habla desde la montaña. En el Levítico, desde el tabernáculo. Éxodo termina con su dedicación del tabernáculo y Levíticos empieza con la adoración en el tabernáculo. Estos primeros capítulos, 1-7, nos presentan el “Manual del sacrificio” mostrando la forma en la que el pueblo puede disfrutar de la presencia de Dios. Veamos el texto de la primera ofrenda en detalle en tres momentos.

Primer momento, la ofrenda que se pide: La ofrenda vegetal. A esta ofrenda se le denomina implemente un regalo (Minhá). La palabra se usa comúnmente para los regalos, los cuales pueden ser expresiones de reverencia u homenaje (Gén 32:14; 43:11; Jue 6:19, 1 Sam 10:27), gratitud (Salm 96:8), o lealtad (2 Sam 8:2; 2 Crón 17:11). Aquí claramente se refiere a una ofrenda específica de cereal o grano. La ofrenda es voluntaria. “…las ofrendas voluntarias (Lv 1-3) por estar puestas en primer lugar, son las más importantes y muestran la espontánea y gratuita relación de Dios con el israelita”. “Cuando alguien”. Esto se refiere a cualquier ser humano, hombre o mujer, y al extranjero que mora entre ellos. Es de carácter inclusivo. Segundo momento, el ritual que se realiza, vv.  El ritual consta de tres momentos: 1). Presentación de la ofrenda al sacerdote con aceite e incienso, 2). Una porción se pone al fuego y se quema (memorial), 3). El resto es para Aarón y sus hijos[3]. Tercer momento, la aprobación que se da, vv. 9c, 13d, 17d.  Cada sección termina exactamente con la misma frase, describiendo la ofrenda como de grato olor al Señor.

Ahora, algunas implicaciones. En primer lugar, es un tributo al Señor soberano. La ofrenda vegetal representaba una consagración a Dios, tanto de los dones recibidos de Dios como del trabajo humano. El hecho de traer un simple regalo de harina o pan simbolizaba la autoridad de Dios sobre la totalidad de la vida. Los trabajos rutinarios de cada día se traían a su presencia y se rodeaban de un acto de adoración porque él era el Señor de todo. La cosecha producto del trabajo diario eran un regalo de Dios, no un derecho.  En segundo lugar, es un recuerdo del Dios del pacto. El texto menciona tres veces la porción memorial de la ofrenda (vv. 2, 9, 16). La fe presupone momentos de renovación consiente del compromiso, esto, para evitar “vivir en modo automático”. Y si no, nuestra relación con Dios fácilmente podría caer en la triste monotonía y decaer rápidamente hasta que ya no nos importe.  En tercer lugar, es una respuesta al Dios generoso por nuestro trabajo. Trabajar, en la Biblia es adorar, es participar de la imagen de Dios, transformando y “creando”. Es símbolo de la consagración de nuestro trabajo diario para el Señor. Mientras que el holocausto habla de la dedicación de nuestro ser a Dios, la ofrenda de cereal habla de la dedicación de nuestro trabajo. Y, en cuarto lugar, un sentido de solidaridad. Al traer las ofrendas al templo y dejar una parte de los Levitas, los administradores del culto, que no tenían tierra, se hacen solidarios con aquellos que sirven o, con aquellos que no tienen nada.  Continuará.


[1] Afirma Andiñach: “La flamante tienda se inaugura con las instrucciones para los rituales y ofrendas, y destaca el lugar de privilegio que tienen en la vida del pueblo y en la relación con Dios”. ANDIÑACH, Pablo R. Introducción hermenéutica al Antiguo Testamento. Verbo Divino-Estella Navarra, 20014, p. 124.

[2] Citado por KUEN, Alfred. Renovar el culto. Clie-Barcelona, p.14.

[3] Hay algunas instrucciones en cuanto a ingredientes prohibidos y prescritos. La ofrenda de cereal tenía que prepararse sin levadura o miel (v.11), pero siempre debía incluir sal (v. 13). El texto no explica las razones para esto, así que, otra vez, debemos ser cautos en nuestras especulaciones. Tanto la levadura como la miel podían ofrecerse a Dios como primicias de los frutos (Lv 23:17; 2 Cron 31:5), así que la prohibición en este caso no puede ser porque hayan sido considerados como inmundos. Puede ser que tanto la levadura como la miel hayan sido usadas en procesos de fermentación y, por lo mismo, eran símbolo de corrupción. Esta perspectiva es apoyada por el mandato de agregar sal, dado que la sal realmente era usada como un preservador en el mundo antiguo. La sal era simbólica no sólo de detener la corrupción sino también de permanencia. En Nm 18:19 y en 2 Crón 13:5 se le asocia con las promesas del pacto. Dado que aquí se le vincula con la ofrenda de los frutos de la cosecha, puede ser que haya eco del pacto que Dios hizo con Noé en cuanto a su fidelidad interminable para con su creación (Gn 8:20-22).