LA IGLESIA MUNDANA.
1 Juan 2:15-16
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Caballero 213
Suena extraño, ¿cierto? Claro, siempre hemos pensado que lo “Mundano” está afuera. Pero no, lo Mundano será siempre una tentación permanente entre nosotros. Ahora, a menudo oímos a personas que declaran: La Biblia dice que "no debemos amar al Mundo". Están en lo cierto, el problema es que a veces se asocia "amar al mundo" con asuntos cosméticos. La idea es no "hacer nada que hagan los no creyentes". Y la lista de prohibiciones van desde vestir con falda las mujeres, hasta de piyama, usar corbata los hombres hasta en la playa, no ir al cine, no jugar futbol, no escuchar música secular (aunque si se podía ver tele series y ver películas de Hollywood), no bailar, no beber alcohol (solo el vino de la santa cena), no fumar (ese es el pecado imperdonable), no ponerse un tatuaje, etc. Creo que el texto apunta hacia otro lado, hacia una realidad más profunda, más allá de que ropa me pongo o de la música que escucho.
Un texto clásico para esta advertencia es 1 Juan 2:15-16. La palabra "Mundo", viene del griego “kosmos” y tiene tres acepciones en el Nuevo Testamento. 1. “Kosmos” como humanidad (Jn 3:16); 2. “Kosmos” como creación (Hech 17:24); 3. “Kosmos” como sistema de valores que se opone a Dios (Sant 4:4). Desde esa última acepción Juan dice: “No amen el mundo… todo lo que hay en el mundo, los deseos (epithumia) de la carne (sarkós), los deseos (epithumia) de los ojos y la vanagloria de la vida (alazoneia) no proviene del Padre…”. Según el autor, esta trinidad es propia de vivir en el mundo, es, por decirlo así, la Trinidad del mal.
Veamos.
1.
LOS DESEOS DE LA CARNE. Epithumia (o deseo), no es una palabra intrínsecamente
mala, en otras partes es usada como un deseo intenso (Lucas 22:15): “Cuanto
deseo (epithumia) celebrar con ustedes esta Pascua”. Sarkós, carne o carnal, no
significa tampoco únicamente “Deseos sexuales”. Es un término mucho más amplio.
En 1 de corintios se usa “sarkós” y “sarkikós”, carnal y carne, para describir
la inmadurez del hombre y mujer que vive peleando y teniendo envidia del otro.
(1 Corintios 3:3). Sarkós, es la dimensión moral de aquel o aquella que vive de
espaldas a Dios y sobre todo de espaldas o en contra del prójimo.
2.
LOS DESEOS DE LOS OJOS. La Epithumia (o el deseo) de los ojos, es la avaricia,
el deseo incontrolable de querer tener más y no compartir. Jesús, hablando de
la misericordia y del cuidado de no caer en la avaricia, advirtió del “ojo malo”
que puede condenar a toda la persona a vivir en oscuridad. (Mat 6:23). El “ojo
malo” era un semitismo, aparece en Proverbios 23:6: “No comas con el hombre
avaro”, en el hebreo dice: “no comas con el hombre de ojo maligno”.
3.
LA VANAGLORIA DE LA VIDA. La Alazoneia, que es traducida como “vanagloria”, es
una palabra griega antigua que viene del “alazon”, que era el charlatán del
mercado que ofrecía productos que prometían mucho y no servían para nada. La
palabra luego se usa para describir a aquellas personas que dicen vivir algo
que no son, o aquellos que dicen tener lo que no tienen.
Ahora,
hacer una exégesis de estos términos es una parte. Para entender más claro, hay
que ver el contexto. El capítulo 2 y toda la carta de Juan, advierte sobre el
odio solapado de hermanos de iglesia, que diciendo amar a Dios no amaban al
prójimo. En la carta de Juan cabe notar que aparece muchas veces la palabra “Dikaoiosunen”
(hacer justicia). Término que viene del hebreo “zedaqá”, que es buscar ayudar
al otro, hacer justicia al más frágil, salvar al que no puede hacerlo por sus
fuerzas, ser justo con los demás. Aparece también en Juan, en el mismo capítulo
2, la frase, “hermanos, el que dice estar en luz, pero odia a su hermano, está
en tinieblas… Y está cegado de sus ojos”. Así que, tanto el contexto de la
carta como las palabras y su uso en otros escritos, “amar al mundo”, para Juan
es ser movido por valores que atentan contra las relaciones de amor que debe
haber en la comunidad.
Siendo honesto con el texto Bíblico,
para estos autores, vivir en el mundo es otra cosa. Si estuviera vivo Juan nos
diría posiblemente esto: “Si te jactas de no ir a una fiesta, de no haber
bebido ninguna copa de alcohol o de no haber probado un cigarro, pero eres
envidioso, celosa, chismoso, rencillosa, enjuiciador, avaro, que vives con
mucho más de lo que necesitas sin interesarte la necesidad de otros, sino que
vives para tu propio consumo ilimitado, si vives mostrando más de los que eres…
te tengo una noticia, aunque nunca hayas pisado un antro nocturno, tú amas y
vives en el Mundo”.
Bailar
puede ser una actividad mundana, tener sexo mal entendiendo su propósito puede
ser una actividad mundana; incluso orar, predicar o estar en una iglesia puede
terminar siendo una actividad mundana, cuando me olvido de los valores
fundamentales del Evangelio que son: El amor, la misericordia y la
justicia.
LA IGLESIA
MUNDANA.
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