El valor de predicar: consejos para un amigo predicador. Parte III
El puente y el presente
convozalta.blogspot.com/Jovanni Caballero 44
Estimado Samuel, en mi anterior consejo te insté a buscar el centro, es decir, lo que los
entendidos llaman “la idea exegética”; esta tiene que ver con el mensaje del texto con relación al
auditorio original (qué les dijo el texto a ellos). Hoy quiero invitarte a
un recorrido desde el mundo de ayer, el del texto, al mundo de hoy, al
contemporáneo. Te darás cuenta de que tu tarea como predicador es la de “viajar
en el tiempo”, ir al mundo del texto y entenderlo en cuanto a su cultura,
política, sociedad y cosmovisión. Una vez hayas “entendido” el mensaje del
texto en sus contextos, emprenderás el viaje de vuelta. Para esto necesitas un vehículo
(o puente) llamado hermenéutica. Este vehículo te hará pensar en la forma en la
que el texto antiguo es relevante
para tu auditorio hoy[1]. Esta
intención presupone que la tarea de comunicar el mensaje bíblico, tal como lo hizo
el autor bíblico, no se lleva a cabo en lo abstracto, en lo indeterminado o
impreciso, sino en contextos específicos con formas de pensar y actuar
particulares.
Ahora, mi querido
compañero, quiero proponerte dos preguntas para la tarea hermenéutica: la primera tiene que ver con la sociedad
en general, donde tanto tú como la iglesia a la que ministras interactúan: “¿Cómo
es, qué piensa y qué hace esta sociedad?” En Latinoamérica, por ejemplo, se
vive, piensa y actúa, bajo tres marcos temporales que se superponen: la
premodernidad, la modernidad y la posmodernidad[2]. La segunda pregunta tiene que ver con tu
entorno ministerial: “¿Cómo es y qué piensa la iglesia donde ministras?” Los auditorios
merecen una tarea interpretativa y hermenéutica. La predicación siempre debe
buscar hacer un contraste entre la cosmovisión bíblica y la cosmovisión de la
sociedad actual, y aun de la iglesia, que generalmente no vive y actúa en el marco
de esa forma de ver el mundo. Después de responder las dos preguntas respecto a
los distintos auditorios, podemos definir el significado del texto “aquí y
ahora” con todas sus implicaciones. Haciendo juicio a lo expresado por Padilla,
hermenéutica es “esencialmente la ciencia, el arte, y el ministerio de explicar
en una situación histórica actual, la Palabra de Dios que originalmente fue
explicada en un medio ambiente hebreo o greco-romano, con el propósito de
lograr que la vida de los lectores y oyentes se conforme a la voluntad de Dios”[3].
Pero también quiero hablarte de lo que se ha denominado
homilética, que se refiere a exponer con claridad a tu auditorio el mensaje del
texto estudiado. Si la exegesis tiene que ver con el mensaje del texto en
relación con su auditorio original, la homilética tiene que ver con el mensaje
del texto en relación con su auditorio actual. La iglesia necesita escuchar un
mensaje relevante y de manera clara. La tarea del predicador es exponer el
mensaje claramente y de manera simple[4]. Así,
cuando predicas, debes alimentar a tu auditorio con el pan sencillo y simple de
la Palabra. La iglesia necesita ser pastoreada en sus necesidades a través de
la Escritura, ser desafiada por la Biblia, escuchar la voz del buen pastor en
tu predicación. El traer el texto al presente (la homilética) te ayuda a pensar
en la pluralidad del auditorio y en el poder de la Palabra para hablarle de manera
práctica y clara.
En resumen, el puente te ayudará a entender la
manera en la que el mensaje del texto se hace relevante hoy; el análisis y crítica
de la cosmovisión actual, de acuerdo al mensaje del texto, es fundamental. En
el salmo 120, por ejemplo, el salmista critica a la sociedad mentirosa en donde
vive, a la vez que le pide a Dios que lo libre de la mentira. Este texto nos
hace pensar un poco en nuestra realidad colombiana donde, como dice Puyana[5],
la mentira es el deporte nacional. El
presente (o la homilética) te hace pensar en comunicar el mensaje del texto
de manera sencilla, práctica y clara. El salmo 120 nos pone a pensar en las
mentiras a las que a diario nos vemos expuestos como creyentes: la mentira de
la publicidad, de la politiquería, de los predicadores de la prosperidad y las
nuestras. Un grupo de predicadores ha llamado
a estos dos componentes ‘relevancia y claridad’[6].
Por esto, mi estimado amigo, viaja en el tiempo; que tu predicación sea una
muestra de un viaje que hiciste de ida y vuelta. Continuará…
[1] “Aunque
la palabra ‘hermenéutica’ cubre normalmente todo el campo de la interpretación,
incluyendo la exégesis, también se usa en el sentido más estrecho de buscar la
relevancia contemporánea de textos antiguos”. FEE, Gordon, Stuart, Douglas,
Lectura eficaz de la Biblia. Vida- Miami (Florida), 2007, p 29.
[2]
KRONFLY CRUZ, Fernando, La sombrilla planetaria. Planeta-Bogotá, 1994, p 11-23.
[4] “todo
lo que hemos aprendido en la era industrial se ha orientado a crear más y más
complicaciones. Pienso que ahora, cada vez más personas están aprendiendo que
es necesario simplificar, no complicar. La simplicidad es la máxima
sofisticación”. “El poder de lo simple” en http://search.4shared.com/postDownload/dAyS323Q/El_poder_de_lo_simple.html
29/05/12.
[5] PUYANA,
German, ¿Cómo somos? los colombianos: reflexiones sobre nuestra idiosincrasia y
cultura. Bahandar- Bogotá, 2002, p 287.
[6] Material
expuesto en el Primer encuentro Lanhgam ciclo caribe. Coveñas-Colombia, 2012.
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