jueves, 15 de septiembre de 2016

¡Cristianismo y nada más! (1)

¡Cristianismo y nada más! (1)
Una introducción a la lectura y predicación de la carta a los Colosenses
convozalta.blogspot.com/Jovanni Caballero162
Para leer y predicar un texto cualquiera debemos empezar considerando, al menos, tres dimensiones que configuraron y vieron nacer el texto: 1). La dimensión histórica; aquí consideramos la cultura, la sociedad, la política, etc. 2). La dimensión literaria; en esta parte tratamos de entender las diferentes forma literarias que el texto tiene entendiéndolo como “literatura”. 3. La dimensión teológica, el texto habla de Dios y su relación con su creación. En este sentido, el autor tiene una agenda “teológica” que responde a necesidades particulares de sus lectores. Proponemos la siguiente estructura quiástica para mirar las relaciones estructurales y desentrañar brevemente las distintas dimensiones del texto (histórica, literaria y teológica).
a. Saludos iniciales, 1:1-2.  
    b. Oración por los colosenses, 1:3-14.
         c.  Cristología cantada, 1:15-23.
         c’. Cristología aplicada, 2:1-4:1.
    b’. Oración de los colosenses, 4:2-6.
a’. Saludos finales, 4:7-18.
            Iniciamos mirando la cuestión de los saludos (1:1-2; 4:7-18) y nos preguntamos… ¿Quiénes eran Pablo y Timoteo? Recordemos que los hombres como los textos significan en contexto. Ortega & Gasett dijo: “yo soy yo y mi circunstancia”. Le escriben a una Iglesia que está en Colosas, Frigia en Asia Menor (Hoy Turquía). La iglesia es una realidad situada y esa realidad la condiciona para bien o para mal. La eclesiología del NT no es abstracta, responde a necesidades concretas. Nos preguntamos entonces ¿Cómo era Colosas? ¿Qué desafíos planteaba para los hermanos de la iglesia allí establecida su cultura, las formas religiosas y demás? A los creyentes se les identifica como “santos” y fieles”, usando de esta manera categorías del AT y que se aplicaban a Israel. La santidad aquí tiene que ver con lo que ya pasó (una posición) y la fidelidad tiene que ver con lo que está pasando (una actuación). En otras palabras, la fidelidad es la santidad en contexto. La gracia y la paz proceden de Dios el padre, no de roma o el Cesar. Al despedirse, nos presenta un entramado de relaciones con nombres propios, la fe con rostros particulares, nos habla de sus relaciones ministeriales, invita a la comunidad a tener carácter “interactivo” con otras iglesias y recuerda que el ministerio no se lleva a cabo en solitario, Pablo no es solo un gran pastor y teólogo que escribe a la Iglesia, es también el hermano que necesita de otros, de sus oraciones y sus cuidados.
            Nos introducimos un poco ahora en las oraciones (1:3-14:4:2-6). El fascinante mundo de las oraciones de Pablo revela sus deseos para aquellos por quienes ora. La primera oración, 1:3-14, se divide así: acción de gracias (vv. 3-8), petición (vv. 9-11) y acción de gracias (vv. 13-14). Pablo y Timoteo oran para que los colosenses sean llenos del conocimiento de la voluntad de Dios y que como resultado de esto ellos pueden orientar sus vidas[1]. El conocimiento era un asunto apreciado por los “iluminados” de Colosas de trasfondo gnóstico, solo unos cuantos podían alcanzarlo a través de mucho esfuerzo. Pablo, al contrario pide a Dios que conceda gratuitamente a todos el conocimiento y la sabiduría para que sus vidas lleguen a ser expresión de la voluntad de Dios en el día a día. Así, la oración no patrocina la pereza, sino que moviliza a la acción. La oración no es un Búnker para la protección es catapulta para la acción. Usando el esquema básico del éxodo (sacar de un lugar para llevarlo a otro) Pablo termina dando gracias a Dios por haberlos liberado y trasladado a su reino. Ya los colosenses no están a expensas de lo que puedan hacer las fuerzas de las tinieblas, ya no tienen por qué temerle a las potestades. Dios los ha librado. Al final, 4:2-6, los invita a la oración perseverante  e intercesora por la misión apostólica. La oración es participación de los planes de Dios a través de otros. Usando una figura del mundo de la cocina, de la culinaria, les invita a revisar el lenguaje, a hacer del lenguaje un plato apetecible.
            Estas secciones tienen un fuerte carácter litúrgico o cultual, Pablo va de la oración al himno. En esta sección, 1:14-23, Pablo introduce un himno que responde a la preguntas ¿Quién es Cristo?, ¿Cómo es que ha llegado a relacionarse con ellos? Este es un himno eminentemente cristológico, es decir, trata de Cristo y su obra. Un detalle muy importante para notar es que en el NT algunas de las declaraciones cristológicas más importantes se dicen cantando (Fil 2:5-11; 1 Tim 1:16; Ap 5:9-14). Veamos algunas afirmaciones importantes que hace el himno respecto a Cristo: 1). Cristo es el creador, vv. 15-17, 2). Cristo el reconciliador, vv. 18-20, 3). Cristo el santificador, vv. 21-23. Todo el himno tiene como propósito superar el dualismo gnóstico, la cristología dual, e integrar a Cristo con la redención, la creación, la comunidad y con Dios mismo. Superando la cristología doceta y dualista griega. Continuará.  

[1] Creo que la oración expresa los dos deseos de Pablo para los Colosenses y que desarrolla en su carta: conocimiento de Dios (1:3-2:5) y actuación a partir de ese conocimiento (2:6-4:18). Así un correcto conocimiento de Dios conduce a una correcta adoración de Dios. 

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