martes, 24 de mayo de 2011

¡Por qué no te callas!


¡Por qué no te callas!
El control de la lengua en Santiago 3:1-12
convozalta.blogspot.com. Jovanni Caballero.15
Para la mayoría de los latinoamericanos, la imagen del rey de España, Juan Carlos I, mandando callar al presidente venezolano Hugo Chávez, en la cumbre Iberoamericana de Chile en el 2007, es imborrable. Ante la negativa, llena de verborragia, del presidente Chávez de no dejar que el presidente Rodríguez Zapatero hablara, el rey Juan Carlos lo mira y le dice en tono autoritativo “¡por qué no te callas!”. Este llamado al control de la lengua, a la mesura en el uso de la capacidad del habla también lo hace Santiago, ya no en el contexto de una cumbre presidencial, sino en el seno de la Iglesia, en la comunidad de hermanos (3:1, 10,11), porque la fe es como un vientre común que nos hace parientes[1].
El llamado del apóstol inicia para los maestros quienes, por razón de su trabajo, tienen mayor necesidad de hablar, como también mayor capacidad de influencia. El adverbio “muchos”, para hablar de la cantidad de maestros, es directamente proporcional al segundo uso del adverbio “muchos”, que habla de la cantidad de palabras con la que los maestros ofenden. ‘Muchos maestros’ hablando sin autocontrol es proporcional a ‘muchas ofensas’. Por ello, sabio no es el que habla hasta decir ya no más, sino el que se sabe controlar  y de esta manera domina todo el cuerpo (vv.1, 2). La lengua, aunque pequeña, tiene la capacidad de movilizar, de poner en marcha y de cambiar el curso de un todo, así como el freno del caballo, el timón del barco y el pequeño fuego que enciende un bosque (vv. 3-7). La capacidad del habla moviliza, afecta, compromete, y afecta todo el cuerpo (v. 8).
Después de decir todo lo anterior, el apóstol entra en confianza y revela lo que realmente estaba pasando: había una contradicción de actitudes; con la misma lengua que bendecían la Señor, maldecían su imagen: el hombre mismo. Uno no puede bendecir a Dios y maldecir a su representación (Gn 1:26; 9:6)[2]; esto es antinatural y ni siquiera en el mundo de la naturaleza pasa semejante contradicción; la imagen del manantial y de la higuera muestran esta verdad (vv. 11,12). De esta manera Santiago se hace al lado de una larga tradición Bíblica, mayormente de carácter sapiencial, que muestra cómo el lenguaje humano tiene un maravilloso potencial para el bien y un terrible potencial para el mal (Salmo 34:13; Pr 5:14; 25:15).
Pasando de Santiago a nosotros, veamos una aplicación nacional, una eclesial y una individual. En Colombia hemos mantenido la vieja tradición por la retórica, dejándonos arrebatar por ella[3], a veces sin darnos cuenta del poder que las palabras tienen para cambiar, incluso, las relaciones internacionales. El ejemplo más claro se dio con el segundo periodo del ex presidente Álvaro Uribe (2006-2010) y sus relaciones con la hermana república de Venezuela. Nunca se disparó un fúsil de ninguna de las partes (hasta donde sabemos), pero la llamada “diplomacia de micrófono”, con tinte pleitista de parte y parte, puso a tambalear al sector ganadero, agrícola, energético; levantó odios nacionalistas, e incluso hizo enfilar soldados para una posible guerra.
En algunos sectores de la iglesia evangélica en Latinoamérica se ha llegado a pensar, casi en términos fetichistas, que la imposición de manos por parte de personas no aptas, contamina[4]. Sin embargo, en la Biblia, aparte de los ojos y el corazón (Mt 6:22,23; Mrc 7:21), lo que contamina y afecta la salud individual y colectiva es la lengua, el habla (3:8). Ella tiene la fuerza de movilizar a un todo. Es como el mouse del computador, como el volante del carro, el modem para internet, o como el buscador Google. Elementos pequeños que mueven un todo.
Finalmente, el texto nos dice que una persona de fe es aquella que sabe controlar su capacidad del habla, pues no solo muestra madurez sino también santidad (Lev 19:16). El médico, por lo general, examina nuestra lengua para ver cómo esta refleja la condición general de nuestro organismo. El texto también afirma esto, ya no desde la ciencia médica sino desde la moral y la espiritualidad. Por eso el apóstol Santiago, en últimas, se levanta cual rey Juan Carlos, nos mira, y nos dice con tono autoritativo “¡Por qué no te callas!, ¡por qué no controlas la capacidad de habla que Dios te ha dado y la usas para el bien, y sin contradicciones!”
                                                                Fin… abra la boca, saque la lengua, diga “a”…


[1] HIEBERT, Edmond, The Unifying Theme of the Epistle of James, en Bibliotheca Sacra 135 (July 1978) 221-31. Copyright © 1978 by Dallas Theological Seminary. En http://faculty.gordon.edu/hu/bi/Ted_Hildebrandt/NTeSources/NTArticles/BSac-NT/Hiebert-JamesTheme-BS.pdf> consulta en Abril del 2011.
[2] CARSON, D.A, James, en Commentary on the New Testament Use of the Old Testament. Ed, BEALE, G.K, CARSON, D.A. Baker Academic – Grand Rapids (Michigan), 2007, p 1006.
[3] PUYANA GARCIA, Germán, ¿Cómo somos? Los colombianos: reflexiones sobre nuestra idiosincrasia y cultura. Bahandar, 2002, p 196.
[4] En el AT la imposición de manos tenía que ver con la identificación que el pecador hacía con la víctima que tomaba su lugar (Lv 4:4). En el NT la imposición, al parecer, tiene más que ver con identificación y con testimonio público del líder a la iglesia (Hech 8:18; 1 Tim 4:14). La negativa de Pablo a Timoteo no es para que este evite “contaminación” o demonios, sino para que evite nombrar líderes de manera ligera, rápida (1 Tim 5:22).

viernes, 13 de mayo de 2011

Ironía y humor político en la telenovela “Chepe fortuna” y en la Biblia.

convozalta.blogspot.com. Jovanni Caballero 14
Para empezar se debe hacer una aclaración regional, una definición temática y, una afirmación teológica. La aclaración regional tiene que ver con el estereotipo que las telenovelas en general presentan del habitante promedio del caribe colombiano. Aquí hay que decir que los costeños no andamos todo el día con un acordeón, ni hacemos de la vida diaria un carnaval. La definición temática tiene que ver con el humor, pues no debe confundirse meramente con los chistes que a diario disfrutamos; el concepto encierra mucho más. Acosta dice que “…es más que chiste y comicidad de tonterías; es una reflexión que se hace para exponer las incongruencias de la vida y las acciones humanas con diversos propósitos…”[1]. Y la afirmación teológica tiene que ver con la verdad de que la Biblia hace humor: a menudo sus autores usan la burla, la ironía, las debilidades humanas para comunicar el mensaje de Dios. Dado lo anterior, comencemos.
La telenovela “Chepe fortuna”, que se trasmite de lunes a viernes por un canal nacional y en horario estelar, es una creación de John Bolívar, en la que se intenta recrear de una manera jovial, divertida y costumbrista la vida de un grupo de personas de diferentes clases sociales pero con un común denominador: son costeños. En esta producción, la picardía y el humor político saltan a la vista. A través de los personajes Colombia, interpretado por la actriz Rosalba Goenaga, y Venezuela, interpretado por Omeris Arrieta, se nota la ironía. Venezuela y Colombia son hermanas (en la novela), pero a la vez son muy diferentes la una de la otra. Cualquier parecido con la realidad, no es coincidencia.
Colombia es comprensiva, amable, sacrificial, mediadora de conflictos y muy religiosa. Venezuela, en cambio, es alborotadora, bulliciosa, manipuladora, se deja comprar fácilmente e intenta lograr lo que quiere a cualquier costo, y como si fuera poco tiene un perro que se llama Huguito. Donde está Colombia hay paz, armonía, reposo; donde está Venezuela, hay alboroto y conflicto; ella no puede hablar porque cuando lo hace, de su boca sale veneno. Tales descripciones recuerdan las relaciones entre las naciones hermanas de Colombia y Venezuela, durante el segundo período presidencial de Álvaro Uribe Vélez (2006-2010). Naciones hermanas, pero tan diferentes. No es casualidad que el mismo Hugo Chávez haya censurado esta telenovela en su país[2]. No nos engañemos, los medios de comunicación no son neutrales frente a los conflictos sociales y políticos. Sus agendas, aunque con un poco de humor, son evidentes. 
Aunque algunos no lo crean, en la Biblia pasa lo mismo. Algunos textos no son neutrales frente al poder o gobernante de turno, pues de una manera burlesca e irónica comunican sus agendas con el propósito de hacer que el lector también tome partido y salga de su “neutralidad”. Como dice Donner: “…todo lector, al acercarse al texto, se ve confrontado con una decisión…tiene que decidir, desde el principio, si está dentro o fuera de esta historia…”[3]. Por ejemplo, en Hechos 12:20-24, al narrar la muerte de Herodes Agripa, se hace humor político. Para entender lo que pasa en esta historia es necesario echar un vistazo, por lo menos, a todo el capítulo 12. El texto empieza con una muerte: la de Jacobo (vv.1, 2), y termina con otra muerte: la de Herodes (vv. 20-24). Lo que está en el centro sirve para ilustrar, a través del encarcelamiento de Pedro, la cuestión de que realmente quién está en control es Dios, no Herodes (vv. 3-19). La ironía empieza con la descripción del anillo de seguridad que Pedro tenía en la cárcel, seguridad que no importó cuando el ángel del Señor vino y “en las narices de los guardias” sacó a Pedro (vv.4-11). El humor va de la esfera política a la esfera eclesiástica: Pedro es liberado, va y toca la puerta de la iglesia, que ora fervientemente por su liberación y… ¡sorpresa! Pedro está ahí, Dios lo ha hecho… pero la iglesia no cree; tildan a Rode de loca y dejan a Pedro tocando la puerta (vv.12-17).
El texto cierra atribuyendo la muerte de Herodes a Dios (v 23); porque así terminan los que se enaltecen, los que se creen dioses[4]. La ironía es que aquello que Herodes quiso apagar por ganarse el favor del pueblo, como maniobra política (v 2), sigue creciendo, mientras él está muerto (v 24). Dios está en control, “[Dios] interviene en la historia…  no se desentiende de los poderes políticos, ni sencillamente los deja hacer. Dios se opone a la injusticia y a la tiranía”[5]. Juzgue ahora usted si esto no es humor, y del fino. Herodes es ridiculizado, Dios es exaltado y su obra continúa.


[1] ACOSTA, Milton. El humor en el Antiguo Testamento, Puma-Lima, 2009, p 37
[3] DONNER, Theo. El texto que interpreta al lector. Publicaciones SBC- 2009, p 16.
[4] No es casualidad que la muerte de Alias “Martin Caballero” en Octubre del 2007 por manos del ejército Colombiano haya sido atribuida, por la Iglesia de la región, a Dios. Este guerrillero azotaba a la región de los Montes de María y en el marco de su muerte, la Iglesia regional oraba fervientemente a Dios para que la ola de violencia cesara.
[5] GONZÀLEZ, Justo. Hechos. Kairós- Buenos Aires, 2000, p 237.

martes, 3 de mayo de 2011

Una mujer de la "A a la Z"

Una mujer de la A a la Z
Proverbios 31:10-31
En voz alta 13. Jovanni Caballero
Las medidas de la “mujer perfecta”(90-60-90) tomadas de la estatua Venus de Milo, la vida en este país de reinados de belleza, la adoración al cuerpo que se nota en el éxito de las industrias de cirugía estética y la “cosificación” de la mujer en los mass media en la música y en las artes, en pocas palabras, el estereotipo de mujer que se presenta a la sociedad por todas partes nos ha hecho perder de vista lo que realmente es importante en una mujer. Las formas en las que la valoramos han cambiado con el tiempo, se ha pasado de la valoración moral a la meramente estética, visual y sensual. Sin embargo, la Biblia nos llama a revisar esas formas y a fijarnos no tanto en lo corporal como única norma para la estimación femenina sino en lo trascendente, lo que no podemos ver y notar a simple vista, lo que se descubre en la convivencia y no en encuentros fortuitos.
El texto de Proverbios, en el marco del mes de las madres, presenta un cuadro adecuado para esta reflexión: la estructura acróstica con el alfabeto hebreo (de la Alef a la Tau) no solo se presenta como un recurso mnemotécnico sino también como un mensaje sutil: el autor trata de representar la totalidad y la exploración completa del tema en mención, es decir, la mujer que presenta a continuación es una mujer de la “A a la Z”. La cuestión planteada al inicio del texto respecto a la búsqueda de una mujer de virtudes (vv. 10-12), es respondida en el resto del poema acróstico, enumerando una serie de virtudes que encarna la mujer que el texto describe: la integridad, la laboriosidad, la maternidad, la sensibilidad hacia el desfavorecido, la docencia y el coraje frente a la vida (vv.13-27). De esta manera la mujer es desafiada a no conformarse con un papel modesto en la vida (a menudo la sociedad espera lo contrario), para que alcance el mayor potencial dado por Dios, y hacer su propia contribución[1].
            Ella no sigue los estándares del mundo del logro femenino centrado en la belleza física y el encanto. En cambio, ha elegido anclar su vida en el temor "del Señor "(v. 30 Cp. 1:7), la verdadera base de toda sabiduría. No se puede aceptar la verdadera sabiduría sin entrar en una relación personal con Dios[2]. El virtuosismo de la mujer aquí descrita no está en su gracia o belleza, estas son pasajeras, sino en el cultivo de su espiritualidad, de su sentido de trascendencia frente a la vida. Esta espiritualidad no está hecha de ceremonias, ni de hermosos sentimientos, sino del servicio cotidiano a los demás (Sant 1:26,27; 2:14-17).  Por ello no es casualidad que en el canon hebreo el libro de Rut, donde aparece nuevamente la frase “mujer virtuosa (Rut 3:11)”, esté ubicado después del libro de Proverbios. Rut contesta la pregunta que el proverbista hace: la mujer virtuosa es aquella que, independientemente de su etnia (Rut era Moabita), se une a la fe en Yahvé y muestra esto en contexto.
            Un modelo así necesita ser afirmado, aplaudido y reconocido. Aquí es donde el mismo autor aplica su descripción, haciendo un desafío a no quedar neutral frente al modelo de mujer que acaba de describir (vv. 28-31). En una sociedad de criticones como la nuestra[3] el texto hace un desafío a la afirmación. La valoración debe empezar en casa: los hijos deben llamarla “dichosa” y el esposo debe pronunciarse diciéndole que “ella es la mejor de todas” (vv.28, 29). La afirmación debe tenerla en cuenta cualquier transeúnte de la vida que esté buscando mujer: no te dejes llevar por el porte, la belleza física es pasajera, la hermosura corporal es una ilusión. El sabio no desestima la belleza, pero si la relativiza. El valor supremo de la mujer es el respeto o temor a su Señor (v 30)[4].
            Finalmente, el llamado es para la sociedad en general. Para que esta reenfoque los aplausos y sus modelos de admiración; se admira no a una mujer 90-60-90, sino a una mujer que en el marco del temor y el servicio a Dios desarrolla su proyecto de vida a través de una serie de virtudes (v 31). La lectura de este texto da un giro a nuestras formas de ver el mundo femenino y a los modelos que aplaudimos. Una mujer de la “A a la Z” no es aquella que tiene medidas perfectas, sino la que encarna la virtud de la integridad, la laboriosidad, la maternidad, la sensibilidad hacia el desfavorecido, la docencia y el coraje frente a la vida, en el marco del temor a Dios.     
                               Fin… a todas las mujeres que se sienten aludidas ¡Feliz día de las madres!



[1] Aquí se “… alienta a la mujer virtuosa a sacar el mayor provecho y extender los límites de lo que pudiera significar el papel de una mujer virtuosa en una sociedad patriarcal”. GOLDINGAY, John, Proverbios, en Nuevo Comentario Bíblico siglo XXI, ed, CARSON, D.A, et al. Mundo Hispano- El Paso (Texas), 1999,  p 635
[2] HOWKINS, Tom, The whife of noble character in Proverbs 31:10-31. < http://faculty.gordon.edu/hu/bi/Ted_Hildebrandt/OTeSources/20-Proverbs/Text/Articles/Hawkins-Pr31-BSac.pdf.>  fecha de consulta  Abril del 2011.
[3] PUYANA GARCIA, Germán, ¿Cómo somos? Los colombianos: reflexiones sobre nuestra idiosincrasia y cultura. Bahandar, 2002, p 109.
[4]ALONSO SCHÖKEL, Luis. VILCHEZ LINDEZ, José, Sapienciales I: Proverbios. Cristiandad- Madrid, 1984, p 535